El invierno 2025 en la Patagonia está dejando postales inusuales y, al mismo tiempo, preocupantes. Con muy pocas nevadas y lluvias muy por debajo de lo normal, especialistas advierten que la región atraviesa una tendencia climática que amenaza con transformar el paisaje, los bosques y hasta la vida cotidiana.
El biólogo e investigador del Conicet, Juan Paritsis, explicó en diálogo con el programa Así Estamos por Mitre Patagonia que la situación se enmarca en el cambio climático global, pero con efectos claros a nivel local:
“Los modelos muestran que hacia fin de siglo las precipitaciones en el noroeste patagónico podrían reducirse un 20%. Eso es muchísimo, porque significa menos agua en los suelos, bosques más vulnerables y un escenario propicio para los incendios forestales”, explicó.
Según datos del Servicio Meteorológico Nacional, el promedio anual de precipitaciones en Bariloche es de unos 800 milímetros, de los cuales el 75% se concentra en otoño e invierno. Este año, sin embargo, cayó menos de la mitad de lo esperado.
“La capa de nieve es prácticamente inexistente. Esto va a impactar en el verano porque no habrá deshielo que alimente ríos, represas y sistemas de riego”, agregó Paritsis.
El investigador señaló que las consecuencias ya se sienten en los bosques: “Las plantas necesitan agua para nutrirse. Con la sequía, los renuevos y los árboles más viejos son los que más sufren. Eso afecta la biodiversidad y a todo el ecosistema”, describió.
Pero lo más alarmante es el vínculo con el fuego. “Al haber menos humedad, la vegetación se convierte en combustible listo para arder. A eso se suma la aparición cada vez más frecuente de tormentas secas con rayos, que son la principal causa de inicio de incendios”, advirtió.
De acuerdo a los modelos climáticos, también se prevé que hacia fines de siglo la temperatura media anual aumente unos 2 grados, lo que intensificaría olas de calor y períodos secos prolongados.
Paritsis fue claro sobre la necesidad de cambiar la mirada: “No se trata de decir ‘qué macana, ya está’. Debemos asumir que tendremos más incendios y aprender a convivir con ellos. Eso implica conciencia social, prevención y mejores estrategias de manejo del fuego”, precisó.
La advertencia es contundente: si no se toman medidas, la postal de inviernos sin nieve podría convertirse en la nueva normalidad de la Patagonia.