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Jueves 28 de Agosto, Neuquén, Argentina
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Indignación por un auto estacionado frente a una clínica neuquina: impidió el paso a pacientes con cáncer

El auto bloqueó por completo el acceso a la Clínica Conciencia. Pacientes y médicos quedaron detenidos por una maniobra que pudo tener consecuencias graves.

Por Redacción

Jueves, 28 de agosto de 2025 a las 11:28
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El cordón estaba pintado de amarillo, la señalización era clara y visible. (Foto: gentileza Nicolás Inostroza).

La maniobra egoísta que paralizó la clínica

La mañana en la Clínica Conciencia se volvió un calvario cuando un auto quedó estacionado justo frente al acceso principal. La barrera no era menor: médicos y pacientes oncológicos no podían entrar ni salir, quedando atrapados en una situación absurda e injusta.

El cordón estaba pintado de amarillo, la señalización era clara y visible. Pero la imprudencia del conductor se impuso sobre las reglas y sobre la necesidad de quienes más requieren asistencia médica urgente.

La clínica, ubicada en calle Fotheringham 121, vio cómo se detenía por completo su funcionamiento por la irresponsabilidad de una sola persona.

Pacientes vulnerables, los más afectados

Entre los que esperaban ingresar se encontraban pacientes oncológicos que necesitaban atención inmediata. El retraso no fue una simple molestia: para quienes enfrentan tratamientos delicados, cada minuto cuenta.

El enojo creció al ver que nadie podía moverse hasta que apareciera el dueño del vehículo. La impotencia y la bronca se apoderaron del lugar mientras la espera se extendía sin sentido.

Los profesionales de la salud, listos para atender, también quedaron de brazos cruzados frente a una situación que podría haberse evitado con un mínimo de respeto.

El reclamo a un conductor sin conciencia

Cuando finalmente el conductor regresó, los médicos lo increparon y le reclamaron su falta de empatía por la gravedad de haber obstruido la atención de pacientes que no pueden darse el lujo de esperar.

La escena dejó en evidencia una realidad repetida: la falta de respeto a las normas de tránsito y, sobre todo, a las necesidades de los más vulnerables. Un acto egoísta puede transformarse en una traba peligrosa que afecta la salud y la vida de otros.

El episodio abrió nuevamente el debate sobre la necesidad de sanciones más firmes y de conciencia ciudadana. Porque no se trata solo de un mal estacionamiento, sino de la indiferencia frente al dolor ajeno.

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