—Intendente, lo encontramos en el municipio capitalino, en un edificio renovado y en pleno aniversario de la ciudad. ¿Qué significa este cumpleaños número 121?
—Para nosotros es un momento histórico. Neuquén es una capital joven, pero hoy está dentro de las tres más relevantes de la Argentina. No es un slogan: es la ciudad que más crece en el país, cuatro veces más que el promedio nacional. Creo que todavía no tomamos dimensión de la velocidad de este desarrollo, que es único en América.
—Ese crecimiento se traduce en números concretos. ¿Cuáles destacaría?
—La ciudad recibe 25 familias por semana. Neuquén es primera en venta de autos cero kilómetro, primera en consumo de supermercados y está entre las principales en metros cuadrados construidos, solo detrás de la Ciudad de Buenos Aires. Además, en los últimos años crecimos un 133% en licencias comerciales. Eso muestra que Neuquén es una “isla” en la Argentina: acá se invierte, se generan oportunidades y llegan familias buscando futuro.
—El crecimiento plantea también desafíos en urbanización. ¿Cómo los están enfrentando?
—Cuando asumimos, las tomas eran una costumbre habitual. En cinco años no se ocupó un metro cuadrado, ni público ni privado. ¿Cómo lo logramos? Con planificación urbana y con el Instituto Municipal de Urbanismo y Hábitat, que desarrolla lotes con servicios. Este lunes inauguramos el sexto barrio, con más de 5.000 lotes. La gente paga su terreno y accede a servicios básicos: luz, agua, cloacas. Eso cambió el paradigma.
"Neuquén es una capital joven, pero hoy está dentro de las tres más relevantes de la Argentina. No es un slogan: es la ciudad que más crece en el país, cuatro veces más que el promedio nacional. Creo que todavía no tomamos dimensión de la velocidad de este desarrollo, que es único en América".
—¿Cómo se articula el crecimiento de Neuquén con el desarrollo de Vaca Muerta?
—Vaca Muerta es la gran oportunidad de la Argentina. Pero si no se acompaña con obras y planificación, no sirve. Por eso estamos trabajando con el gobernador Rolando Figueroa y con empresas como YPF, que firmó con nosotros un acuerdo histórico para instalar un centro de capacitación en el Polo Científico Tecnológico. Es el inicio de una nueva economía en Neuquén: la del conocimiento.
—¿Qué siente al ser intendente en este momento tan particular de la ciudad?
—Una enorme responsabilidad. Neuquén pasó en poco más de un siglo de ser un medanal a convertirse en la capital que más crece del país. Hoy tenemos que asumir este desafío con convicción: planificar, abrir oportunidades y lograr que este crecimiento se transforme en calidad de vida para todos los neuquinos.
“Neuquén crece a contramano del mundo y se prepara para su obra más histórica”
El intendente Mariano Gaido destacó el crecimiento demográfico y económico de la capital, aseguró que la ciudad ya es un polo turístico y adelantó en exclusiva la construcción de la avenida Mosconi y un estacionamiento subterráneo único en el país. “Mientras el mundo decrece, Neuquén explota y se consolida como motor de la Argentina”, afirmó.
—Intendente, usted suele decir que Neuquén es un caso único en el país. ¿Por qué?
—Porque somos privilegiados. El mundo va a contramano: en las capitales y grandes ciudades se registra una caída en la natalidad y la población decrece. Sin embargo, Neuquén tiene un crecimiento exponencial. De noche viven 350 mil personas, pero de día llegan 700 mil: 160 a 170 mil autos entran a la ciudad para trabajar, estudiar o hacer trámites. Ese movimiento solo puede sostenerse con planificación y obras.
—En ese marco, la ciudad también se consolidó como destino turístico.
—Totalmente. Hace cinco años Neuquén era apenas una ciudad de paso. Hoy tenemos 33 kilómetros de paseos costeros, ocupación hotelera que supera el 70% en fines de semana largos, turismo de convenciones que llena la hotelería y actividades permanentes como la Fiesta de la Confluencia o Confluencia de Sabores. Neuquén ya no es solo gas y petróleo: también es turismo, comercio y servicios.
—¿Cómo se articula ese desarrollo con Vaca Muerta?
—Neuquén y la Pampa Húmeda son los dos motores de la economía nacional. El campo aporta, pero su crecimiento es mínimo. Vaca Muerta, en cambio, es exponencial: para 2030 esperamos que genere 30 mil millones de dólares en recursos para el país. Eso viene de la exportación, de las inversiones y de lo que ya se está consolidando. Y que quede claro: Vaca Muerta es una roca, nada más. Si hoy es la gran oportunidad de la Argentina es gracias al esfuerzo de los neuquinos.
—Habló de planificación y obras. ¿Cuál es la más importante que se viene?
—La avenida Mosconi, la ex Ruta 22. Es la obra más grande de la historia municipal en el país. Vamos a bajar la traza, resolver el problema pluvial con un caño de escurrimiento y construir una avenida de cinco manos por lado, similar a la 9 de Julio. Eso permitirá integrar el sur de la ciudad, dar fluidez al tránsito y potenciar el comercio. La primera etapa irá de Linares a Gatica. La obra está presupuestada en más de 40 mil millones de pesos y tiene financiamiento propio: Neuquén no tiene deuda y lleva 60 meses consecutivos con superávit.
—¿Habrá más anuncios?
—Sí. En paralelo avanzamos con un estacionamiento subterráneo para 800 vehículos, en dos niveles, y arriba un polo gastronómico. Es un proyecto inédito en la Argentina y lo vamos a poner en marcha el 1° de octubre.
"Vaca Muerta, en cambio, es exponencial: para 2030 esperamos que genere 30 mil millones de dólares en recursos para el país. Eso viene de la exportación, de las inversiones y de lo que ya se está consolidando. Y que quede claro: Vaca Muerta es una roca, nada más. Si hoy es la gran oportunidad de la Argentina es gracias al esfuerzo de los neuquinos".
—Usted insiste en la continuidad de gestiones anteriores.
—Es fundamental. Valoro lo que hizo Horacio Quiroga y lo que estaba bien lo continuamos: el Paseo Costero, por ejemplo, que pasó de dos a 33 kilómetros. Pero además incorporamos nuevas herramientas como el Polo Tecnológico, el Parque Solar y el futuro Centro Ambiental. Lo importante es entender que el crecimiento de Neuquén no se frena, y que la única manera de acompañarlo es con planificación, servicios y obras públicas.
Gaido adelantó la puesta en marcha del estacionamiento subterráneo y defendió el modelo de gestión compartida: “Ni todo privado ni todo público: el Estado debe encender la chispa para que invierta el sector privado”. Además, anunció el nuevo centro ambiental y apuntó contra Nación: “Los gobiernos nacionales han sido un fracaso con la Patagonia”.
—Intendente, usted anunció que el 1° de octubre comienza una obra clave para la ciudad. ¿De qué se trata?
—Ese día arranca la construcción del estacionamiento subterráneo, un desarrollo privado al que el municipio le dio las condiciones de previsibilidad. Es un proyecto inédito en el país: dos niveles bajo tierra con capacidad para 800 autos y un polo gastronómico en la superficie. Nosotros garantizamos la estabilidad jurídica y política para que los inversores apuesten en Neuquén.
—Usted suele remarcar la articulación entre lo público y lo privado. ¿Cómo la entiende?
—Ni todo tiene que ser privado ni todo tiene que ser público. Lo importante es el trabajo conjunto. El Estado debe encender la chispa que luego activa la inversión privada. Así sucedió con el Polo Tecnológico: pusimos recursos municipales para levantar el edificio y ya lo entregamos a las operadoras, comenzando por YPF, que lo administrarán como centro de formación. Con el estacionamiento es lo mismo: la inversión es privada, pero la ciudad creó las condiciones para que sea rentable y sostenible.
—Usted marcó la previsibilidad como un valor diferencial. ¿Por qué?
—Porque en Argentina lo que falta es confianza. Afuera de Neuquén vemos cómo cada nueva gestión rompe lo firmado por la anterior. Yo no hago eso: lo que se firmó, se cumple. Lo mismo con los convenios heredados de Horacio Quiroga. Esa continuidad da seguridad jurídica y atrae inversiones. Hoy la ciudad tiene superávit y cero deuda, mientras Nación nos debe 57 mil millones de pesos. Si cumplieran con lo firmado, los neuquinos tendríamos aún más capacidad de desarrollo.
"El Gobierno nacional nos debe hace décadas. Basta con mirar el puente de la Rinconada: diez años de demora y tres papas en el Vaticano pasaron sin que se termine. Una vergüenza nacional. Neuquén y Río Negro sostienen a la Argentina con petróleo, gas y electricidad, pero no recibimos las obras viales que nos corresponden. Si Nación no puede, que lo diga y transfiera los recursos a la provincia, que sí tiene capacidad".
—Otro tema central es el ambiente. ¿Qué pasa con el nuevo centro de residuos?
—El actual centro ambiental tiene dos o tres años de vida útil. Podría mirar para otro lado, pero decidí proyectar a 50 años. Este mes licitamos la primera etapa del nuevo centro, financiado con la tasa ambiental. En 2025 ya va a estar funcionando y permitirá compatibilizar con el actual para que no haya interrupciones. Además, Neuquén se hace cargo de un problema regional, porque recibimos residuos de Centenario, Plottier y otras localidades. No es simpático, pero es estratégico: cuidamos los ríos, el ambiente y dejamos una solución histórica.
—También habló de conectividad y criticó la falta de puentes.
—Sí. El Gobierno nacional nos debe hace décadas. Basta con mirar el puente de la Rinconada: diez años de demora y tres papas en el Vaticano pasaron sin que se termine. Una vergüenza nacional. Neuquén y Río Negro sostienen a la Argentina con petróleo, gas y electricidad, pero no recibimos las obras viales que nos corresponden. Si Nación no puede, que lo diga y transfiera los recursos a la provincia, que sí tiene capacidad.
—En lo político, usted repite la idea de “neuquinidad”. ¿Qué significa?
—Cada vez que Neuquén creció fue gracias a su propia gente, no a los gobiernos nacionales. El 26 de octubre tenemos que respaldar la neuquinidad, con dirigentes que defiendan lo nuestro. Argentina tiene todo para ser potencia, pero ha sido administrada por gobiernos fracasados. Vaca Muerta es la última gran oportunidad y los neuquinos ya demostramos que sabemos ponerla en valor.