A la AFA, nada le sale bien, pero la planificación deportiva de una final de certamen en Santiago del Estero entre Racing y Estudiantes para mediados de diciembre representa un error involuntario grave que encima coincide con un evento internacional del hockey sobre césped que tiene a la hotelería de la ciudad norteña colapsada desde el inicio de la semana.
Una falla en el sistema de riego ha secado el campo de juego del Madre de Ciudades y los equipos periodísticos de Buenos Aires que se adelantaron a la cobertura del duelo del sábado a las 21 se encontraron con la novedad del ya no tan verde césped.
Tanta ha sida la demanda de entradas por parte de las dos instituciones, que la intendencia del estadio decidió trabajar con anticipación y quitar las butacas del sector de popular, con el fin de que un número mayor de simpatizantes parados pueda ocupar las cabeceras.
Sin embargo, dormir y vivir las horas previas al partido se ha convertido en una odisea para Pinchas y Académicos. Es que el desarrollo de una fecha de la Pro League de hockey en la misma capital norteña ha mantenido la hotelería copada desde el inicio de la semana y concluirá recién mañana, cuando el campeón del fútbol argentino ya esté inundando todas las tapas de los diarios.
Coincidente
Argentina, Australia, Bélgica, Alemania, India, Países Bajos y España son las delegaciones femeninas y masculinas que han montado concentraciones en Santiago del Estero para cumplir con la agenda internacional del hockey sobre césped.
Aunque se trata de una ciudad turística, con buena plaza, la misma no ha alcanzado. Al turismo se le sumaron dos grandísimos eventos deportivos que sólo en el caso del fútbol provocará la visita de 40 mil personas.
San Miguel de Tucumán, distante a unos 164 kilómetros, se ha visto beneficiada por esta circunstancia y hasta allí han llegado miles de futboleros para viajar solamente en las horas previas al pitazo de Nicolás Ramírez.
Además, debido a las altas temperaturas, la intención de dar inicio a la final desde las 19 quedó rápidamente descartada y se pondrá en marcha a las 21. El sábado, que se juega la final, están anunciados 36° de máxima y los entrenadores Gustavo Costas y Eduardo Domínguez, ahora deberán pensar también en las malas condiciones del campo de juego.
AFA sólo desea que esto pase lo más rápido posible, en paz, y por eso se han intensificado los operativos, también en ruta para evitar que se crucen las parcialidades. Sólo la cuestión económica explica los malabares logísticos que se han debido improvisar para cumplir con la demanda de una cita de semejante envergadura, y el partido ni siquiera ha comenzado.