La provincia de Neuquén cerró el primer semestre de 2025 con una marcada mejora en sus indicadores sociales. Según los datos difundidos por el INDEC, la pobreza se ubicó en el 26%, lo que implica una reducción del 35,6% en comparación con el mismo período de 2024.
Uno de los aspectos más destacados es la baja de la indigencia, que descendió del 11,6% al 4,6%. Esto representa una reducción interanual del 60,3%, considerada histórica por los especialistas y atribuida al impacto de las políticas provinciales en materia social y de infraestructura.
De acuerdo con fuentes oficiales, el gobierno neuquino sostuvo la inversión pública a pesar del complejo escenario nacional y la paralización de la obra pública financiada por la Nación. Con recursos propios, la provincia generó empleo y fortaleció los servicios de salud y educación.
Entre las iniciativas que aportaron a la mejora de los índices se encuentran las becas Gregorio Álvarez, que ampliaron el acceso educativo, y la extensión de la cobertura de servicios sanitarios en distintas localidades del interior. Estos programas fueron señalados como claves para contener a los sectores más vulnerables.
La gestión también remarcó que los resultados se explican por un esquema que priorizó la obra pública, la inclusión educativa y la implementación de programas sociales, consolidando un modelo de gestión con fuerte presencia del Estado provincial.
Con estos números, Neuquén se diferencia de la tendencia nacional y se posiciona como una de las provincias con mayor reducción de pobreza e indigencia. Desde la administración de Rolando Figueroa destacan que estos avances reflejan un modelo de Estado eficiente y con foco en la gente.