Durante la noche del jueves y la madrugada del viernes, productores del Alto Valle Este permanecieron en alerta y sin descanso ante la llegada de las primeras heladas de la temporada. Las defensas activas se desplegaron en chacras de Valle Azul, Chichinales, Villa Regina y General Godoy, con foco en la protección de frutales de carozo, que ya se encuentran en etapa de floración. Las condiciones climáticas fueron advertidas por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) y la Agencia INTA de Villa Regina, que habían anticipado heladas de larga duración y temperaturas de hasta -7°C en algunos sectores.
El registro térmico de las 21:30 horas comenzó a marcar un descenso progresivo en distintas zonas productivas: 4°C en chacras de Valle Azul, 3°C en Chichinales cerca del balneario, 2°C en calle N°6, 0°C en zona Amparo, -1°C en chacra N°74 de zona Alberdi, 0°C en chacra N°75 de Villa Regina, 1°C en chacra N°73 y 3°C en chacra N°141 de General Godoy. Estos valores obligaron a activar sistemas de riego por aspersión, quemadores y otras estrategias de defensa térmica para evitar daños en brotes y flores.
Desde el sector frutícola se destacó el compromiso de los productores, que trabajaron durante toda la noche para sostener las condiciones mínimas de protección. “No se durmió. Se defendió todo lo que es carozo, porque está en flor y es muy sensible. Si se pierde esa etapa, se pierde la temporada”, señalaron referentes regionales. Las tareas incluyeron monitoreo constante, ajustes en los sistemas de riego y coordinación entre chacras vecinas para compartir recursos y alertas.
La Agencia INTA de Villa Regina había emitido un informe técnico anticipando heladas de intensidad moderada a fuerte, con duración prolongada y riesgo para cultivos en floración. La AIC, por su parte, había advertido sobre el ingreso de aire frío y condiciones de estabilidad que favorecen el enfriamiento nocturno. Ambas instituciones recomendaron activar defensas desde las primeras horas de la noche y mantener vigilancia hasta el amanecer.
Las heladas de septiembre marcan el inicio de una etapa crítica para la producción frutícola del Alto Valle, especialmente en variedades de carozo como durazno, ciruela y damasco. Desde el sector se reiteró la necesidad de contar con información precisa, apoyo técnico y acompañamiento institucional para enfrentar eventos climáticos extremos. “La defensa activa es clave, pero también lo es el respaldo en infraestructura y previsión. El esfuerzo de los productores fue total”, concluyeron.