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El cipoleño por elección que encontró la pasión y el trabajo en un instrumento

Daniel García toca el arpa desde los 5 años. Hoy en día se sube al escenario de Cosquín y tiene su propio taller de luthería en su casa.
Domingo, 23 de febrero de 2025 a las 16:30

Así como muchos escuchamos simples notas musicales generadas por cuerdas, Daniel García se sienta a disfrutar de la sensibilidad de la madera que compone su arpa. Hace más de 35 años que toca este instrumento con sus propias manos, ante públicos multitudinarios y hoy tiene un taller en su casa de Cipolletti, donde arregla y hasta construye guitarras, violines, arpas y más.

En diálogo con Mejor Informado, García comentó lo que sintió al subirse al escenario del Festival de Cosquín este 2025 con 40 años. Para él, la emoción de participar de un evento tan grande no se basa necesariamente en representar a su ciudad, sino "el hecho de querer participar, todo lo lindo que tiene que ver con estar ahí, subirse al escenario", expresó.

"No tengo una mentalidad de competencia", continuó Daniel. Luego de la cuarta vez de subirse al escenario más reconocido en Córdoba, recalcó que sigue siendo el mismo hombre de siempre que descubrió el instrumento desde tan joven.

"Tengo pocos recuerdos sin el instrumento", dijo. Según le ha contado su papá, descubrió el arpa a los 5 años: "reconocía auditivamente desde una radio que escuchaba mi abuela, me llamaba mucho la atención el sonido, lo veía en la tele y me quedaba hipnotizado", describió.

Este 2025 se volvió a presentar en el Cosquín. 

Un día, en una peña en Florencio Varela, su ciudad de origen, se acercó al escenario y preguntó para comenzar clases. "Ahí empecé a estudiar con mi profesora que sigue hasta el día de hoy", detalló. Desde entonces y para siempre, el arpa se volvió parte de él: "estoy cocinando y toco un poco, vuelvo de trabajar y toco, antes de dormir, toco", dijo entre risas pero con mucha seriedad en sus palabras. 

 

Crecer junto al instrumento

A medida que pasan los años, Daniel descubrió muchas cosas de sí mismo junto a su arpa. "Uno por ahí se carga ciertos condimentos a la hora de subir a cierto escenario, se le agregan sentimientos y condimentos en determinadas instancias pero, en el caso mío, es un permanente disfrute", describió.

Además de tocar instrumentos, García se dedica a arreglarlos.

"A veces agarro el arpa por el simple hecho de escuchar la sensibilidad de la caja, de la madera en sí misma", dijo. "Escuchar el alma del instrumento es otra cosa", agregó García.

Además de este disfrute, Daniel también encontró un trabajo junto a los instrumentos de cuerdas. Por una cuestión de necesidad, fue él quien arregló su propia arpa en su momento, estudió las bases de la luthería y aprendió con la práctica.

Conoció el arpa a los 5 años.

"No hice una gran carrera. Aprendí analizando mucho el instrumento, conociendo su anatomía. Fue prueba y error, miré a otros luthiers y aprendí técnicas", expresó. Más que ponerle un costo, la "pasión" por la luthería y la mayor gratificación es poder "devolverle la vida al instrumento".

Daniel García tiene su propio taller en su casa.

Todo lo que tenga que ver con una orquesta es motivo de interés para Daniel. "Soy totalmente avocado a la carpintería de los instrumentos de madera. En sí percusión, cuerdas y viento", describió. Incluso, sus hijos también son músicos: "me gusta y los admiro mucho".

 

Encontró su hogar en el Alto Valle

Tras kilómetros y años de viajes por el mundo, Daniel encontró un trabajo y un hogar en el Alto Valle. "Yo creo que las cosas se van dando, uno puede tener un montón de ideas pero un click te puede hacer cambiar totalmente la mentalidad", dijo. "Mi idea era venir, salir de presiones económicas y volver a irme", agregó, pero la vida lo esperaba con otros planes.

Tras años de viajar, encontró un hogar en Cipolletti.

Hace 9 años, llegó a Cipolletti y con ciertas oportunidades que se le cruzaron en el camino, pudo comprarse un terreno y construir su casa que hoy en día también funciona como su taller. "Uno se va quedando donde se va sintiendo bien", acotó.

"El Valle abraza a mucha gente y yo soy uno de esos", expresó.

Actualmente, tiene 14 perros y algunos gatos que forman parte de su familia. "Tengo un montón de perros, es mi mundo, hoy está acá", dijo. "Lo que pase mañana se verá mañana", concluyó.

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