El municipio de Fernández Oro puso en marcha una reforma inédita del sistema de transporte urbano, con una decisión que se diferencia de lo ocurrido en otras ciudades del país. En lugar de prohibir o imponer nuevas cargas a las plataformas digitales, el intendente Gustavo Amati optó por aliviar las exigencias que pesan sobre los taxistas y avanzar en una regulación mínima y sin costos para aplicaciones como Uber.
Desde el Ejecutivo municipal explicaron que la iniciativa parte de un diagnóstico claro: las aplicaciones de transporte ya funcionan en la práctica, y el desafío no es negar esa realidad, sino fortalecer al taxi local para que pueda competir en mejores condiciones. El objetivo central es construir un escenario de competencia más equilibrada, donde el usuario tenga la posibilidad de elegir.
La reforma ya fue puesta en vigencia mediante una resolución del Ejecutivo, mientras se aguarda su tratamiento en el Concejo Deliberante. Entre los cambios más relevantes, el intendente confirmó una reducción drástica de los requisitos exigidos a los taxistas. A partir de ahora, solo se mantendrán tres condiciones obligatorias: seguro del vehículo, verificación técnica vehicular (VTV) e identificación del chofer.
“Es para que la competencia sea leal, que el taxi tenga oportunidad de trabajar al igual que quien use Uber y que el vecino pueda elegir”, explicó Amati al detallar el espíritu de la medida.
Con este enfoque, Fernández Oro se convirtió en la primera ciudad del Alto Valle en avanzar simultáneamente en la flexibilización del régimen del taxi y en la regulación de las plataformas digitales, sin sumar nuevas cargas económicas. Desde el municipio subrayaron que prohibir no resuelve el problema, mientras que ordenar y acompañar al sector local sí puede generar resultados concretos.
En materia económica, la reforma contempla la eliminación de tasas municipales, la reducción de gastos asociados a las licencias y la renovación gratuita de las mismas. El titular del taxi continuará abonando el 50% del valor de la licencia, pero dejará de pagar el canon por tasa de servicio y el costo de la base operativa.
Para las aplicaciones de transporte, el esquema prevé la creación de un registro municipal gratuito, sin imposición de cánones ni tributos. Quienes brinden el servicio a través de estas plataformas deberán asumir la responsabilidad civil ante cualquier eventualidad, en el marco de una relación de contratación privada.
La modernización del sistema es otro de los ejes centrales de la reforma. El Municipio trabaja junto al sector del taxi en el desarrollo de una aplicación municipal propia, que será gratuita tanto para choferes como para usuarios, con el objetivo de mejorar el acceso al servicio y aumentar su competitividad.
Con esta iniciativa, Fernández Oro busca ordenar una realidad ya instalada, aliviar al transporte tradicional y ampliar las opciones para los vecinos, marcando un antecedente que podría ser observado de cerca por otras ciudades de la región.