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Miércoles 31 de Diciembre, Neuquén, Argentina
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“La sequía llegó para quedarse y tenemos que producir con este escenario”

La presidenta de la Sociedad Rural de Neuquén, Cecilia de Larminat, explicó el alcance de la declaración de emergencia por sequía, el proceso de homologación nacional y las medidas de alivio para los productores. 

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La norma legal determina que el 30 de junio de 2026 es la fecha de finalización del ciclo productivo para las explotaciones agropecuarias afectadas de las áreas declaradas.

La declaración de emergencia por sequía en Neuquén no fue una sorpresa para el sector agropecuario. Este martes se dio a conocer que luego de haber solicitado en la Reunión Ordinaria de la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios convocada por la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (Sagyp), la provincia del Neuquén logró la declaración de emergencia por sequía y obtendrá otros beneficios. 

Cecilia de Larminat, presidenta de la Sociedad Rural del Neuquén, explicó que desde la entidad venían planteando la necesidad de declarar la emergencia ya durante el invierno. “Veíamos cómo venía la temporada: sin nieve, sin deshielo. El decreto provincial permitió activar acciones concretas, como créditos y auxilios a productores con problemas de agua, además de la suspensión del impuesto inmobiliario”, detalló en el programa La primera mañana por AM550.

Sin embargo, de Larminat remarcó que muchas de las herramientas más relevantes dependen de Nación. “Por eso se pide la homologación nacional. No es que haya desembolsos directos, pero sí medidas de alivio: prórroga de impuestos nacionales, suspensión de juicios de ejecución, cosas que en este contexto ayudan”, señaló.

“Algo es, y está bueno”, resumió, al explicar que enfrentar la sequía ya es suficientemente complejo como para sumar presiones fiscales. “Si además de la falta de forraje y del riesgo de incendios tenés un juicio encima, se te complica mucho más”.

"El decreto provincial permitió activar acciones concretas, como créditos y auxilios a productores con problemas de agua, además de la suspensión del impuesto inmobiliario”, explicó la titular de la Sociedad Rural del Neuquén.

Sequía, incendios y un verano crítico

La dirigente rural advirtió que el escenario climático convierte al verano en un combo de alto riesgo. “Hay mucho combustible fino que creció en primavera y ahora se seca a una velocidad impresionante. Con las temperaturas y el viento, una chispa mínima puede desencadenar un desastre”, alertó.

En ese sentido, pidió responsabilidad social, especialmente a quienes transitan rutas o áreas rurales. “A la gente que anda haciendo picnic o fuma y tira el pucho: por favor, tengan cuidado. Estamos en riesgo muy alto de incendios”.

Desde la Sociedad Rural, explicó, se organizó un sistema de alertas entre campos. “Cualquier columna de humo que aparece, salimos todos a ocuparnos. Este verano vamos a estar en vilo”.

“Los productores estamos haciendo manejos para aliviar el impacto: vender animales improductivos o incluso vaquillonas que uno pensaba guardar como madres, porque no hay forraje suficiente”, dijo de Larminat.

Decisiones forzadas y caída productiva

La sequía también obliga a tomar decisiones difíciles puertas adentro de los campos. “Los productores estamos haciendo manejos para aliviar el impacto: vender animales improductivos o incluso vaquillonas que uno pensaba guardar como madres, porque no hay forraje suficiente”, explicó.

En ese punto, destacó un aspecto clave de la emergencia nacional: las ventas forzosas de animales no se computan como ganancia para el impuesto a las Ganancias. “No puede considerarse ganancia algo que vendiste obligado por la emergencia. Todo arranca con tener el certificado de emergencia emitido por la Provincia. A los productores que aún no lo tienen, les digo que lo pidan”.

Consultada sobre los índices productivos, De Larminat coincidió con el diagnóstico oficial: “Tenemos productividades por debajo de los promedios históricos. Hay distintos sistemas y realidades en la provincia, pero en general estamos por debajo de la media nacional, y este año más aún”.

A mediano y largo plazo, planteó un desafío estructural: “No se trata de tener más animales, sino que los que haya sean realmente productivos. Los campos son ecosistemas frágiles, no podemos sobrecargarlos”.

 

“La sequía llegó para quedarse”

Con el deshielo ya finalizado y un caudal hídrico limitado, el mensaje final fue claro: “Esto llegó para quedarse. Las emergencias por sequía son recurrentes y tenemos que producir teniendo en cuenta este escenario. Habrá que pensar en perforaciones y nuevas fuentes de agua en algunos lugares”.

“Hay que cuidarla y trabajar más que nunca”, concluyó, en un mensaje directo al sector rural y a la sociedad en general, en un verano que se anticipa tan desafiante como decisivo para el campo neuquino.

 

La entrevista a Cecilia de Larminat:

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