La pesca deportiva en las playas ya no será tierra de nadie durante el verano. Con una decisión que generó debate pero también alivio, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza que pone reglas claras en los sectores costeros más concurridos, buscando evitar accidentes y conflictos en plena temporada alta.
La normativa establece que durante el horario de funcionamiento de los guardavidas, entre la mañana y el atardecer, no se podrá practicar pesca deportiva en zonas de playa donde se concentran turistas, familias y bañistas. De esta manera, se busca reducir riesgos, sobre todo en espacios donde anzuelos, líneas y plomos conviven peligrosamente con chicos jugando y gente entrando al mar.
Ahora bien, la ordenanza no prohíbe la actividad de manera absoluta. Por el contrario, la pesca seguirá permitida fuera de esos horarios y durante el resto del año, dejando en claro que el objetivo no es castigar a los pescadores, sino ordenar el uso del espacio público en los momentos más críticos del verano.
Según se explicó durante el tratamiento del proyecto, hasta ahora no existía una herramienta legal concreta que permitiera intervenir cuando se daban situaciones de riesgo en la playa. Guardavidas y personal municipal advertían desde hace tiempo que, sin una norma clara, era difícil actuar ante prácticas peligrosas en sectores colmados de gente.
En ese sentido, la nueva regulación viene a respaldar a quienes cuidan la seguridad en la costa, dándoles un marco para prevenir antes de que ocurra un accidente. Además, el Ejecutivo municipal será el encargado de definir y señalizar las zonas habilitadas, con diálogo previo con pescadores deportivos y actores locales.
El espíritu de la medida, remarcan desde el Concejo, no es recaudatorio ni persecutorio. La intención es simple y directa: que el verano transcurra sin sobresaltos, que las playas sean espacios seguros y que cada actividad tenga su lugar y su horario.