BIENESTAR
Estética Oncológica en Neuquén: una forma de estar mejor
Luciana Ortega es una cosmetóloga neuquina, pionera en estética oncológica en Patagonia. A través de su Programa Luz acompaña a pacientes con cáncer mejorando los efectos visibles que generan los tratamientos oncológicos.Muchas veces, la agresividad de los tratamientos contra el cáncer deja lesiones visibles en el cuerpo que producen un profundo deterioro tanto en lo físico como en lo psicológico y emocional. Ante esto, muchos son los pacientes que sienten la necesidad de mejorar su apariencia física para sentirse mejor y allí es donde la estética oncológica juega un papel diferenciador.
Luciana Ortega es una cosmetóloga y dermatocosmiatra neuquina, pionera en Patagonia de esta poco difundida pero interesante especialidad. Hace 23 años que trabaja en el rubro de la estética y hace 3 que comenzó a incursionar en la estética oncológica para acompañar a pacientes enfermos de cáncer y mejorar su apariencia tratando de corregir los efectos secundarios que generan los tratamientos.
Foto: Todas las fotografías utilizadas en esta nota fueron publicadas con el consentimiento de pacientes y familiares, y datan del año 2018 y del año 2019.
“Yo atiendo a muchas mujeres y hombres y me pasaba que a los que se les diagnosticaba cáncer, como la estética está contraindicada en pacientes oncológicos, yo les tenía que decir que no los podía acompañar en su bienestar corporal”. Ante este vacío, Luciana empezó a investigar, se contactó con un grupo de Buenos Aires que estaba trabajando en instaurar la estética oncológica en los sistemas de salud y que hoy forman la Asociación Argentina de Estética Oncológica (AADEO), presidida por la cosmiatra esteticista Carina Terzian.
La estética oncológica parte de la certeza comprobada de que el bienestar de una persona con respecto a su cuerpo mejora su autoestima, lo cual se traduce en mejoras en la salud.
“Luego de investigar y vincularme con profesionales que ya estaban en el tema, dije ¿por qué no hacer esto en mi provincia? Porque la necesidad también estaba en Neuquén, y así comencé”, recuerda Luciana que, además de ser integrante de AADEO es la creadora del Programa Luz, un voluntariado que asiste a personas en tratamiento, internadas en el Hospital Castro Rendón.
“El objetivo del Programa Luz es que, desde el momento que se diagnostica el cáncer, tanto el paciente como el familiar sepan que existimos para poder acompañarlos durante y después del tratamiento. Claro que no curamos el cáncer, sólo tratamos de hacer ese proceso más llevadero”, detalla.
“Tenía una paciente que se llamaba Loy, que ya partió, y yo la acompañé. Con ella empecé y me propuse empezar este desafío por todas las Loy que van a venir en mi vida”, reflexiona.
El bienestar personal se traduce en salud
Pérdida del cabello (alopecia), deshidratación de la piel, decaimiento anímico son algunas de las consecuencias visibles de la quimio o radioterapia. Para ello, la estética oncológica ofrece distintos tratamientos no invasivos que pueden mejorar la apariencia de un paciente.
“Si de por sí, tener un rollito, una cana o una arruga ya nos molesta, imaginemos a una paciente dentro de una patología que, a nivel estético, pierde el cabello, las cejas o las pestañas, o que le tienen que quitar un pecho; o mujeres que dicen “me vaciaron” porque le extrajeron el útero; eso las afecta en su autoestima. Entonces, lo que hacemos es acompañar, sugerir soluciones o simplemente reeducar a la gente a que empiece a hablar de otra forma”, explica la esteticista.
A la esteticista nunca se la ve como un eslabón de la salud y menos la estética oncológica. Nuestro gran objetivo es que los médicos nos vean como un eslabón en la recuperación de un paciente”.
En esa línea, es que los voluntarios del Programa Luz, asisten a los pacientes de distintas formas, desde sugerir un corte de cabello antes de llegar a la alopecia y aprovechar ese cabello para confeccionar la propia peluca, hasta indicar una crema hidratante para mejorar el aspecto visible de la piel.
“Hay gorras con flequillo, turbantes con mechones que pueden ser de ellos mismos. En el caso de mujeres a las que se les extrajo una mama, se le recomienda qué tipos de prendas íntimas usar. Yo hago estética pero también puedo acompañar a alguien que quiere ir por algo quirúrgico para poder volver a la normalidad”, asegura.
Con la restauración de la belleza corporal es posible fortalecer el sistema inmunológico debido al efecto positivo que tiene en el estado de ánimo y la autopercepción de los pacientes.
Las personas que acceden a convocar a la esteticista oncológica son principalmente mujeres. Pero, de a poco, también los varones en tratamiento se animan a dejarse asesorar para verse mejor. “Cuando estamos en la sala de quimio en el Castro Rendón, le ofreces al varón algo para hidratar la piel, por ejemplo, y te dicen que no de entrada. Pero después, cuando ven de qué se trata, se animan y nos piden para hacerse una limpieza o una hidratación, o que le recomendemos a la esposa qué crema les puede comprar y capaz que son hombres que nunca se pusieron una hidratante y hoy lo implementan en su diaria”, dice Luciana.
Cabe aclarar que los esteticistas oncológicos no trabajan solos. El Programa Luz evalúa cualquier intervención con pacientes junto con una psicooncóloga “o al revés, el psicooncólogo nos deriva porque algo estético a veces es el disparador de que alguien no pueda progresar en el tratamiento“, aclara. De esta forma, se trabaja con acompañamiento médico o junto con un equipo interdisciplinario y con el aval de la familia del paciente.
Antes de la pandemia, el acompañamiento era de forma presencial en la sala de paliativos del Hospital Castro Rendón y también en consultorio. Pero hoy se hace a través recomendaciones por videollamadas o por Whatsapp.
Un poco de luz
A través del Programa Luz, Luciana y su equipo trabajan intensamente por divulgar en la Patagonia, las bondades de la estética oncológica y lo están logrando con creces. Este programa hoy es un programa modelo al cual otras provincias toman de referencia. Y, además de ser pionera de esta especialidad en Neuquén, Luciana es convocada a congresos internacionales y charlas formativas sobre el tema. Recientemente disertó para Bolivia y Colombia y fue disertante en el Primer Encuentro Interdisciplinario Patagónico de Estética Oncológica que se hizo de forma virtual en octubre de 2020.
“Hoy nos pasa que nos damos cuenta de que también el paciente diabético o celiaco, por ejemplo nos necesita. Entonces, llevar esa lucecita a ese paciente o familiar, te nutre el alma”.
Por su labor, Luciana recibió un reconocimiento por parte de la subsecretaría de Derechos Humanos, del Ministerio de Ciudadanía de Neuquén y de la Legislatura provincial, y está tramitando la personería jurídica para el Programa Luz.
“A raíz de todo esto, tuve que estudiar para entender la muerte, ¿no? Y entendí que a veces no se trata solo de la calidad de vida, sino también de la calidad de muerte, cómo uno quiere terminar sus últimos días y entendí lo importante que es respetar lo que quiere el que está sufriendo. Ha partido mucha gente con la que estaba trabajando en su estética y se veían radiantes. Y bueno, ese es mi aporte en este recorrido. Es doloroso, lloré muchas veces, pero así sea en el tránsito final de su vida, yo estuve ahí para colaborar y darles un poco de amor”, concluye.
Sobre AADEO:
La Asociación Argentina de Estética Oncológica fue creada por un equipo de profesionales que se unieron para fundar esta organización con el fin de ayudar a más pacientes a sentirse mejor cuidando y recuperando su imagen. Además, hoy en día también imparte formación y capacitaciones y trabaja por divulgar las especialidad para llegar a más espacios tanto públicos como privados.