El cauquén es un ave que puede observarse en el Parque Nacional Nahuel Huapi, principalmente en dos especies: el cauquén real (Chloephaga poliocephala) y el cauquén común (Chloephaga picta). Ambas habitan en zonas de prados húmedos, mallines y costas de ríos y lagos.
Realizan una migración estacional en bandadas: llegan a la Patagonia en primavera y viajan hacia territorio bonaerense en otoño, recorriendo así miles de kilómetros cada año.
Para observarlos, se recomienda visitar los observatorios de aves y caminar en silencio, respetando su entorno. Sin embargo, en esta época del año también es común encontrarlos en las costas de lagos y ríos cercanos a zonas urbanas, como se vio recientemente en un tierno video que se viralizó en redes sociales y fue captado por un usuario en Bariloche.
Habitante fiel de la Patagonia
Juliana Nielsen es guardaparques y trabaja desde hace 25 años en el Parque Nacional Nahuel Huapi, dentro de la División de Conservación.
Sobre el cauquén, señala que se trata de “un ave endémica de América del Sur, que habita en Argentina y Chile. Es de porte mediano, de aproximadamente 45 centímetros, con plumaje predominantemente pardo y cuello grisáceo”.
Asegura que es un animal de hábitos terrícolas, y aunque algunos ejemplares migran durante el invierno, “otros presentan residencia anual”.
“Generalmente están asociados a lagos, ríos, lagunas y pastizales o mallines, donde se los puede observar nadando o pastando vegetación herbácea”, explica.
Un dato llamativo, fácilmente observable en esta zona de la Patagonia, es que los cauquenes suelen verse en pareja o en grupos numerosos.
“Conforman parejas estables que, mediante la construcción o acondicionamiento de los nidos, dan inicio a la etapa reproductiva. La puesta de huevos varía en número y también en el tiempo de aparición de los pichones”, detalla Juliana.
El cuidado que necesitan
En su modo de vida, los cauquenes suelen ser vistos con sus crías en áreas cercanas a los centros urbanos, conviviendo muy cerca de las personas. Y con ello, queda en nuestras manos una gran responsabilidad en su cuidado y respeto.
Según Juliana, los cauquenes “anidan en pastizales o sobre árboles. Los pichones son nidífugos, es decir, abandonan el nido de manera temprana en busca de alimento. Tienen una elevada inversión de cuidado parental, ya que los padres pastan junto a sus crías en amplios pastizales”.
“Es importante estar atentos a su presencia”, advierte la guardaparques. “Si los vemos cruzando la ruta y la circulación del tránsito lo permite, disminuyamos la velocidad para priorizar su cruce”, concluye. Y agrega: “Nuestras visitas a las áreas protegidas deben ser respetuosas del entorno, entendiendo que los ciclos de vida de la fauna ocurren en simultaneo a nuestra presencia en ellas”.
En este sentido recuerda que “en el parque nacional está prohibido el ingreso con mascotas”.
Distancia y respeto
El cauquén es una de las 20 especies de aves acuáticas que se pueden observar dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi y está catalogado como especie de valor especial de conservación. Por eso, “estamos colocando cartelería informativa sobre la restricción de desembarco en determinadas islas e islotes del lago Nahuel Huapi en los que el cauquén junto con la gaviota cocinera anidan. Es necesario que los visitantes respeten las normas establecidas”, indica Juliana.
Hablando sobre las intervenciones humanas que atentan contra la vida de este animal, apunta, también, a la tanza abandonada en diferentes costas, “esta es una amenaza que ataca de forma directa a la especie”.
Si bien desde Parques están trabajando en su recolección, afirma que “registramos casos en los que patas, alas o pico se enredan en ella generando inconvenientes para el normal vuelo, locomoción o también en algunos casos estrangulamiento y amputaciones de patas o dedos.
Dejarse sorprender por la “visita” de este ave o de cualquier otro animal, es un momento maravilloso para quien esté disfrutando de la naturaleza. La clave reside en “observarlos desde una distancia en la que no alteremos su conducta”, dice Juliana.
Y concluye: “muchas veces buscamos la foto con el celular y ese acercamiento que generamos invade su espacio. Su inversión parental es alta, por lo que en esa etapa su vulnerabilidad máxima, respetar la distancia es fundamental”.