El viernes se dio a conocer la noticia de la muerte de Alberto Caspani a los 77 años. Fue un reconocido vecino y empresario de Bariloche, que dejó un fuerte legado para la localidad.
Fundó la Escuela de Hotelería, fundamental en una ciudad que vive de la actividad turística. Además, fue el precursor de una costumbre familiar que se extendió a toda la comunidad.
Esa vocación y amor que tenía por Bariloche lo llevó a plantar árboles en la calle Ángel Gallardo y a encender su propio pino de Navidad en el Ñireco, de 33 metros de altura y con 50 lámparas, que podía verse desde toda la ciudad.
“Era vergonzoso que Bariloche, con sus tradiciones europeas y su imagen de la Suiza argentina no tuviera ninguna decoración por Navidad”, dijo Alberto a un medio local a fines de 2018, cuando el evento cumplió 20 años.
“Lo hicimos mucho tiempo en soledad, después por suerte la gente se sumó y tenemos varios pinos. Hasta la calle Mitre y la Costanera se ponen lindas”, se alegraba Caspani.
Los portales y redes sociales de la localidad rionegrina se sumaron al homenaje del intendente Walter Cortés que emitió un comunicado para despedir al vecino.