Se cumplen 25 años desde el estreno de Nueve Reinas, el film de Fabián Bielinsky que se convirtió en una de las películas más importantes del cine nacional. En ese marco, se presentó Nueve Auras, un documental que reúne testimonios de actores y técnicos que trabajaron tanto en esa producción como en El Aura, y que rinde homenaje al director, fallecido en 2006 tras un paro cardíaco.
Entre las voces que aparecen en el documental está la de Damián Leibovich, director cinematográfico radicado en Bariloche, quien dio sus primeros pasos en el cine justamente en la película protagonizada por Ricardo Darín y Gastón Pauls. Sus experiencias, recuerdos y la anécdota que lo llevó a intervenir en una de las escenas más emblemáticas, forman parte de esta historia.
Los primeros pasos de un cineasta
“Desde muy chico ya tenía decidido dedicarme al cine”, recuerda Damián. “En séptimo grado hicimos una película en VHS con una cámara que me prestó mi tío. En la secundaria filmamos varios cortos. Como no tenía la edad ni el título para ingresar a la escuela de cine, hice cursos hasta que, en 1994, ya con la secundaria terminada, me anoté en el curso introductorio de la ENERC e ingresé a la carrera de Dirección”.
Antes de llegar a Bariloche desarrolló Forajidos de la Patagonia, un film que imagina un botín oculto por Butch Cassidy y Sundance Kid durante su estadía en la región. Tiempo después, y tras realizar la película Eber Ludueña y el punta pie inicial, finalmente se mudó a Bariloche para incorporarse al área de producción audiovisual de la Universidad Nacional de Río Negro. Allí cursó la Especialización en Comunicación Pública de la Ciencia y filmó Domadoras de dragones, un documental sobre mujeres sobrevivientes de cáncer de mama que reman en bote dragón como forma de recuperación física y emocional.
Pero mucho antes de su desembarco patagónico, y a solo cinco años de haber iniciado la carrera de Dirección, tuvo la oportunidad que lo marcó para siempre: su participación en la producción de Nueve Reinas. “Poco antes del rodaje, trabajé como pizarrero en Una noche con Sabrina Love, también producida por Patagonik”, cuenta. “El pizarrero es quien sostiene la claqueta antes de cada toma”. Cuando terminó esa filmación, el mismo equipo comenzó la preproducción de Nueve Reinas y Damián se sumó como meritorio del equipo de dirección.
“Era el eslabón de menor jerarquía, como cualquier meritorio. Hacía fotocopias, repartía las escenas del día, compraba cigarrillos, ayudaba en lo que hiciera falta. En Nueve Reinas también colaboré coordinando movimientos de extras cuando era necesario”.
Una escena clave que cambió sobre la marcha
El rodaje de Nueve Reinas fue un desafío de bajo presupuesto resuelto con creatividad: filmaciones en locaciones reales de Buenos Aires, actores mezclados con transeúntes, una dinámica casi documental. Pero hubo una escena, casi al final de la película, que cambió por completo gracias a la intervención de Damián.
En el desenlace, hay una secuencia del subte, donde el personaje de Gastón Pauls le ofrece a un adolescente que reparte estampitas elegir entre diez pesos o un autito de juguete. En el guion original, el chico elegía el autito. A Damián no le convencía. “Sentí que estaba en otro registro, más romántico y artificial”, cuenta. El día anterior al rodaje tomó coraje, interceptó a Bielinsky y le preguntó qué quería contar con esa escena. El director le explicó que el autito representaba el mandato paterno y que allí Pauls desobedecía por primera vez.
Entonces Damián hizo su propuesta: “Le dije que sería más verosímil que el chico eligiera los diez pesos, y que fuera el personaje de Gastón quien le entregara el auto, sin perder el sentido simbólico de la escena”. Bielinsky lo pensó y le dio la razón. La escena se filmó así, tal como la vemos hoy.
El 31 de agosto de 2000 la película se estrenó con un impacto inmediato. Fue un éxito de taquilla en Argentina, recorrió más de 30 países y recibió elogios internacionales. Incluso tuvo un remake en Hollywood, Criminal (2004), con John C. Reilly y Diego Luna.
“Cuando leí el guion lo terminé en un tirón. Me había atrapado y emocionado desde las páginas, así que tenía la sensación de que iba a ser una muy buena película”, recuerda. Y agrega: “Mientras se estaba haciendo, creo que nadie tenía idea de lo que iba a pasar con la película en el sentido de la taquilla o de la crítica, pero el guion era muy sólido y Fabián era un cinéfilo absoluto. Estaba muy seguro de lo que estaba contando”.
Un homenaje a Bielinsky y lo que viene
A 25 años del estreno, Nueve Auras repasa el universo creativo de Bielinsky a partir de sus dos largometrajes —Nueve Reinas y El Aura—. El documental, dirigido por Mariano Frigerio y producido por UNTREF Media, puede verse por HBO Max y pasó por el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
“La experiencia de participar en Nueve Reinas es inolvidable. Fue una gran escuela y un privilegio. Que me hayan convocado para Nueve Auras también me emocionó mucho”, afirma.
Damián. Hoy trabaja en su nuevo proyecto documental, El vacío entre manzanas: “Entrelaza ciencia, arte y fe a partir de tres hitos barilochenses: el clon del manzano de Newton en el Centro Atómico, la réplica del David en el Cerro Otto y la copia de la Virgen del Nahuel Huapi en la Catedral. Clon, réplica y copia que nos permiten reflexionar y hacernos preguntas”. El estreno está previsto para 2027.