Con una propuesta que combina gastronomía, tradiciones rurales y paisajes únicos, Chochoy Mallín dio inicio a la temporada de verano con el tercer encuentro en la estancia, consolidándose como un nuevo polo de turismo rural en el norte neuquino.
En un entorno natural privilegiado, la propuesta invitó a los visitantes a desconectarse del ritmo urbano y sumergirse en una experiencia integral donde la tranquilidad, los paisajes abiertos y las tradiciones rurales se conjugaron en una auténtica vuelta a las raíces.
La propuesta gastronómica fue uno de los ejes centrales del encuentro y estuvo a cargo de la chef Alina Ruiz, quien puso en valor la cocina kilómetro cero como expresión del territorio. Cada plato fue elaborado a partir de materia prima local, resaltando sabores que remiten a la infancia, a los aromas del campo y a las tradiciones familiares.
“Este espacio reúne la gastronomía desde el territorio, aprovechando la materia prima local para ofrecer sabores que nos conectan con la infancia, con los recuerdos y con nuestra historia”, expresó la chef, al tiempo que destacó la importancia de revalorizar los saberes y productos regionales.
La experiencia culinaria se completó con la degustación de vinos Mabellini Wines, reconocidos por su proceso de elaboración y su impronta artesanal, generando un recorrido sensorial que combinó identidad, memoria y disfrute.
Vivir el campo desde adentro
Más allá de la gastronomía, Chochoy Mallín propone una inmersión plena en la vida rural. Los visitantes pueden recorrer paisajes únicos, participar de cabalgatas, disfrutar de almuerzos a la orilla del río, realizar jornadas de pesca y contemplar atardeceres que se convierten en una marca registrada del lugar.
Una de las experiencias más destacadas es la elaboración de charcutería artesanal, donde los participantes forman parte activa del proceso productivo de alimentos que luego integran un banquete colectivo, reforzando el espíritu comunitario y el vínculo con las tradiciones del campo.
Turismo rural como motor cultural y económico
El proyecto tiene como objetivo revalorizar las labores culturales tradicionales, fortalecer la identidad del norte neuquino y posicionar al turismo rural como una alternativa sostenible que genera desarrollo local. La propuesta está pensada tanto para visitantes de cercanía como para turistas nacionales y extranjeros que buscan experiencias auténticas, lejos de los circuitos tradicionales.
De esta manera, Chochoy Mallín se consolida como un destino que invita a detenerse, conectar con lo esencial y redescubrir las tradiciones que siguen vivas en el corazón del campo neuquino, combinando naturaleza, cultura y gastronomía en un mismo espacio.