La Selección Argentina volvió a demostrar su poder de convocatoria, incluso lejos de casa. Más de 20 mil personas colmaron el estadio Martínez Valero, del Elche de España, para presenciar la práctica abierta del conjunto dirigido por Lionel Scaloni, que se prepara para el amistoso del viernes ante Angola.
El gran imán, como siempre, fue Lionel Messi. Desde su ingreso al campo, el capitán fue ovacionado por todos los sectores del estadio, donde se multiplicaron las banderas argentinas y los cánticos por los campeones del mundo. Antes del inicio del entrenamiento, el rosarino recibió una camiseta del Elche con el número 10, de manos de Cristian Bragarnik, uno de los dueños del club, en un gesto que generó otra lluvia de aplausos.
El entrenamiento comenzó con trabajos de activación en el gimnasio y luego pasó al campo, donde el cuerpo técnico dispuso ejercicios de elongación, coordinación y movimientos tácticos. Scaloni, fiel a su estilo, no paró un once definido y probó distintas variantes, principalmente en la mitad de la cancha y la delantera. También hubo espacio para ensayar jugadas con pelota parada y un breve bloque de fútbol formal.
La jornada tuvo un clima de fiesta, con familias enteras, camisetas celestes y blancas por todos lados y un ambiente digno de partido. La Scaloneta volvió a conectar con su gente, esta vez en tierras españolas, dejando en claro que su magnetismo no conoce fronteras.
Con Angola como próximo rival y el Mundial 2026 ya en el horizonte, el equipo argentino cerrará su paso por España envuelto en una nueva muestra de cariño popular. Porque donde juega la Selección, se vive una fiesta.