La Scaloneta cierra su 2025 con una nueva prueba internacional ante Angola, pero no será la primera vez que el conjunto argentino enfrente a un seleccionado africano. En realidad, solo hay un antecedente: aquel amistoso de marzo de 2019 ante Marruecos, que marcó uno de los primeros capítulos de la era Scaloni.
El 26 de marzo de ese año, en Tánger, Argentina ganó 1-0 con un gol de Ángel Correa sobre el final. No fue un partido brillante ni mucho menos, pero valió más por el contexto que por el resultado: Scaloni llegaba golpeado tras la derrota con Venezuela y con críticas que ponían en duda su continuidad.
En ese entonces, Lionel Messi no jugó y el equipo aún estaba en plena reconstrucción tras el Mundial de Rusia. Formaron Andrada; Montiel, Pezzella, Kannemann, Acuña; De Paul, Paredes, Guido Rodríguez, Pereyra; Lautaro Martínez y Dybala. En el banco quedaban nombres que hoy suenan lejanos, pero que en ese momento buscaban ganarse un lugar en la nueva Selección.
Del otro lado, Marruecos tampoco imaginaba lo que vendría. Dirigidos por el francés Hervé Renard, el mismo que tres años más tarde daría el batacazo con Arabia Saudita ante Argentina en Qatar, los africanos estaban lejos de su mejor versión. Sin embargo, años después escribirían su propia historia grande, llegando hasta semifinales del Mundial 2022.
Aquella noche en Tánger dejó más preguntas que certezas, pero fue un punto de partida. Hoy, seis años después, Scaloni llega al duelo ante Angola convertido en el técnico más exitoso en la historia albiceleste, con una Copa América, una Finalissima y una Copa del Mundo bajo el brazo.
Ahora, con la camiseta de campeón y un plantel consolidado, la Selección volverá a medirse con África. Pero esta vez, el escenario y la historia son completamente distintos.