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Lunes 08 de Diciembre, Neuquén, Argentina
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Club de Tenis Mari Malén: la historia de Gabriela Álvarez y el crecimiento del tenis femenino en Neuquén

Empezó a jugar a los diez años y es titular de la entidad que nuclea a las categorías veteranas del tenis femenino provincial. Además, juega para la categoría A +50 y continúa compitiendo

Lunes, 08 de diciembre de 2025 a las 22:38
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Gabriela Álvarez la presidente del Club Mari Malén que nuclea a las categorías veteranas del tenis femenino neuquino

El Club de Tenis Mari Malen de Neuquén celebró sus 35 años de vida. En esa trayectoria, el protagonismo de las mujeres fue absoluto, son ellas quienes juegan, entrenan, compiten y conducen la institución. Una de sus referentes es Gabriela Álvarez, actual presidenta y jugadora de la categoría veteranas +50, que combina su vida laboral y familiar con la pasión por el tenis.

“Este año, en noviembre cumplimos 35 años y desde hace 30 soy socia de Mari Malén”, recuerda. A la vez que aclara: “No estuve en el inicio. En esa época las personas que lo fundaron estaban relacionadas con las jugadoras de Río Negro también. Entonces, era como una asociación de Neuquén y Río Negro, pero en un momento determinado se decidió que Río Negro hiciera su propio camino como club de veteranas de su provincia. Y nosotros seguimos nuestro camino; tenemos una raíz común”.

El nombre del club encierra un sentido profundo: “Mari Malén tiene que ver con el tema de la amistad y otras mujeres sostienen que la idea fue ponerle algo así como mujer diez o algo por el estilo, relacionado con la actividad deportiva de las mujeres”.

Gabriela comenzó a jugar a los diez años en el Tenis Club, bajo la enseñanza del profesor Reynaldo Villar, a quien décadas después homenajeó junto con sus compañeras. “Yo empecé a tomar clases de chiquita con él. Después seguí aprendiendo, me fui a estudiar y cuando volví retomé el tenis para competir. Y cuando cumplí los 30 me incorporé a Mari Malén, porque para las mujeres la categoría veterana arranca a esa edad +30. En este momento tenemos una jugadora +80”.

Con la disciplina propia del deporte competitivo, entrena de manera constante y destaca la exigencia del tenis. “Es un deporte que requiere mucha preparación física, habilidades técnicas y un gran trabajo mental. Te hace manejar tus emociones, porque tenés que remontar partidos, sostenerte en la adversidad y coordinar estrategia en la cancha. Es un deporte súper completo porque une lo físico con lo emocional”.

Aunque el tenis es tradicionalmente un deporte individual, Mari Malén le dio una impronta de equipo. “En sí el deporte es individual, pero en el caso de los clubes de veteranas se transforma en una cuestión grupal. Eso te requiere coordinación, empatía y compromiso con tus compañeras. Jugar en equipo potencia el esfuerzo personal en función del colectivo”, explica Álvarez.

Tras la pandemia, la comisión directiva del club que encabeza Gabriela decidió ampliar la participación: “Nos planteamos hacer un club más inclusivo, no solo restringido a ocho jugadoras por categoría A. Queríamos que también se sumaran las jugadoras de categoría B. Así nació el torneo patagónico, que organizamos por primera vez en 2021 en Neuquén. Desde entonces se sostiene en seis provincias y ya jugamos cinco ediciones. Ganamos tres de ellas. Estamos como la ‘Scaloneta’, tenemos las tres estrellitas”.

El formato, pensado por las jugadoras, premia el esfuerzo de todas: cada victoria en parejas aporta puntos al club, y la suma total define al campeón. “Todos tratan de dar lo mejor para sumar al equipo. Esa propuesta la construimos nosotras y prendió muy fuerte en la Patagonia”, comenta.

El presente de Mari Malén combina competencias de primer nivel con una organización interna que sostiene el esfuerzo colectivo. “Tenemos un reglamento para clasificar a los equipos. Hay que entrenar dos veces por semana en equipo, además de lo que cada una hace de manera individual. Y los profesores eligen luego quienes integran los equipos. El club paga las inscripciones a los torneos, que no son nada baratas, y a veces podemos ayudar con alojamiento o cenas. Somos un club sin fines de lucro, sostenido por la cuota anual y lo que recaudamos en torneos”, explicó Álvarez.

Desde 2020, Álvarez preside Mari Malén, aunque integra la comisión desde hace dos décadas. “Hay un lindo equipo en la comisión directiva, por eso podemos tener una organización sólida. Es un trabajo invisible pero enorme: seguros, uniformes, gestiones con funcionarios, todo eso. Si no fuese por la comisión sería imposible”.

El detalle no es menor,  todas las integrantes de la comisión son mujeres. “Todas, todas mujeres. Los únicos varones que tienen relación con el club son nuestros maridos y los profesores, pero las que juegan y las que dirigen somos nosotras. Somos un club de 140 socias”.

La historia de Mari Malén, con tres décadas y media de vida, es la historia de cientos de mujeres que hicieron del tenis un espacio de esfuerzo, constancia, inclusión y amistad.

 

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