La segunda gala de MasterChef Celebrity volvió a captar la atención del público, pero no por un plato ni una devolución del jurado. Esta vez, lo que se llevó todas las miradas fue el intercambio entre Wanda Nara y Maxi López, quienes compartieron una charla que cruzó lo televisivo con lo personal. La química entre ambos se hizo notar desde el primer minuto y el momento terminó generando revuelo en redes.
La presencia de Maxi López en el reality ya había causado sorpresa desde su confirmación. El exfutbolista suele mantenerse al margen de los medios, por lo que su desembarco en la cocina fue visto como un giro inesperado. Sin embargo, lo que más expectativa generaba era el reencuentro en pantalla con Wanda Nara, quien ocupa el rol de conductora del programa.
Lejos de cualquier tensión, ambos dejaron en claro que su vínculo transita un buen momento. Después de años de conflictos legales y mediáticos, lograron construir una relación cordial que se sostiene gracias a los tres hijos que comparten. Hoy cada uno rehizo su vida sentimental y conviven con naturalidad en este nuevo escenario.
Mientras él espera un bebé junto a la modelo sueca Daniela Christiansson, ella blanqueó hace poco su noviazgo con Martín Migueles. A pesar de estar atravesando un proceso judicial con Mauro Icardi, Wanda Nara no dejó que ese frente interfiera en el clima distendido del programa.
Durante la emisión del martes ocurrió el momento más comentado. Con picardía, la conductora miró a Maxi López y lo invitó a compartir detalles que nadie esperaba escuchar. “Deciles cómo me llamás a mí”, lanzó, sabiendo que el comentario podía generar algún desliz divertido. López, sorprendido por la pregunta, respondió casi sin pensar: “Solange”.
El jurado, desconcertado, intentó entender el origen de ese nombre. Germán Martitegui quiso indagar un poco más, pero no obtuvo explicación. Wanda Nara, sin perder el humor, volvió a insistir para obtener otra respuesta. Él se limitó a decir que tenía “varios” modos de nombrarla, pero no dio más detalles.
Como no le satisfizo la evasiva, fue ella quien terminó ventilando otro sobrenombre: “La Gringa”. La escena generó carcajadas en el estudio y dejó al jurado aún más intrigado, sin conocer el origen de los apodos.
Antes de cerrar el intercambio, ella quiso saber si él estaba disfrutando la experiencia en el certamen. Sin levantar demasiado la vista, alcanzó a responder con timidez: “Súper”. Un gesto breve, pero suficiente para confirmar que la convivencia televisiva entre ambos puede seguir regalando momentos inesperados.