Después de que un comentario suyo generara revuelo en las redes, Pampita Ardohain decidió salir a aclarar sus palabras y explicar qué quiso decir realmente sobre las “botineras”. Todo comenzó cuando, durante su participación en Los 8 Escalones, le preguntó a Evangelina Anderson cómo había sido su experiencia como pareja de Martín Demichelis. Su reflexión fue recortada en redes y muchos interpretaron que se trataba de una crítica encubierta a la China Suárez, actual novia de Mauro Icardi.
En diálogo con Desayuno Americano, Pampita se mostró tranquila, pero con ganas de aclarar el malentendido. “Yo hablé bien. Lo recortaron y quedó como raro el recorte. Sí, se escucha raro”, reconoció. Su tono fue más de sorpresa que de enojo, dejando claro que no tenía intención de generar polémica.
Luego, amplió su mirada sobre el rol de las mujeres que acompañan a futbolistas en sus carreras internacionales. “Nada que valore más que una mujer que se posterga por cumplir el sueño de otro y por acompañarlo con la familia a tantos países, a tantos lugares, no solo en la profesión de botinera”, explicó, recordando su propia experiencia cuando dejó de trabajar por un tiempo para priorizar su familia con Benjamín Vicuña.
Con su habitual serenidad, Pampita fue categórica al negar cualquier tipo de intención ofensiva. “Hablar mal de otra mujer no está en mi esencia para nada. Muchas veces las botineras, porque sus maridos están viajando, hasta están en los partos solas, imaginate… Siento que hacen el doble para que ellos sean los que brillan”, expresó, destacando el esfuerzo que hay detrás de esa vida que muchos idealizan.
Cuando le preguntaron si alguna vez había tenido una pareja futbolista, la modelo respondió entre risas: “Futbolista no, pero bueno, no se dio. No es que tenga un prejuicio… No tengo prejuicio con ninguna profesión”. Y, con su estilo sincero, agregó: “El amor te toca y es lo que es la persona. No sé si uno elige mucho de quién se enamora. Por lo menos no en mi caso”.
Así, Pampita cerró la polémica con elegancia y sin perder su esencia. Lejos de entrar en conflictos, volvió a dejar en claro que su discurso no fue una crítica sino una defensa hacia las mujeres que acompañan en silencio, recordando que detrás del brillo del éxito también hay sacrificio, amor y muchas veces soledad.