En medio de un panorama judicial cada vez más complicado, Morena Rial sorprendió con una decisión que generó preocupación tanto dentro como fuera del penal. Desde la Unidad 51 de Magdalena, donde se encuentra detenida, la mediática inició una huelga de hambre como forma de protesta y con un objetivo muy claro: lograr la prisión domiciliaria para poder estar junto a su hijo Amadeo, de apenas nueve meses.
Lejos de adaptarse a la rutina carcelaria, la hija de Jorge Rial atraviesa horas críticas mientras espera que la Justicia defina su situación procesal. Enfrenta dos causas que podrían derivar en juicios orales y comparte celda con otras internas acusadas de distintos delitos. Pero lo que más la angustia, según su entorno, es la imposibilidad de tener a su hijo con ella. Esa separación habría sido el detonante de la medida extrema que mantiene en vilo a todos.
En Polémica en el Bar (América TV), su abogado y amigo personal Alejandro Cipolla explicó la gravedad del momento. “No está comiendo y está muy triste. Tiene una personalidad autodestructiva… este mes ya empezó con un problema muy grande, psicológico o psiquiátrico, que la llevó a este desmadre”, señaló, aludiendo a un cuadro depresivo que se agravó tras el alejamiento de su bebé.
La decisión también llega en medio de cambios en su defensa. Días atrás, Morena Rial se desvinculó del abogado Miguel Ángel Pierri, lo que complicó aún más su presente legal. Desde entonces, Cipolla intenta gestionar una alternativa para que su representada pueda continuar el proceso desde su domicilio, apelando a razones humanitarias vinculadas a su maternidad.
En paralelo, su caso volvió a ser tema de debate televisivo. En Sálvese Quien Pueda (América TV), Yanina Latorre fue contundente: “Pertenecía a una banda de delincuentes que se encargaba de robar casas”, lanzó, y agregó: “Otra choriza que está presa por chorear. Encima es soberbia, es pretenciera, putea a la gente… Tiene una impunidad que se cree que por ser la hija de Jorge Rial puede hacer lo que quiere”.
Hoy, la situación de Morena Rial divide opiniones. Mientras algunos piden comprensión por su delicado estado emocional y su deseo de reencontrarse con su hijo, otros consideran que debe cumplir la pena sin privilegios. Su huelga de hambre, sin embargo, deja en evidencia que está dispuesta a llegar al límite con tal de recuperar algo más que su libertad: el contacto con su hijo Amadeo.