No es casualidad que cada vez que Guillermo Francella aparece en una pantalla, el público responda con entusiasmo. Desde hace algunos años, Netflix incorporó a su catálogo Granizo, una comedia argentina que rápidamente se transformó en un éxito y que todavía hoy se recomienda como una de las mejores opciones para una tarde de descanso.
La película, dirigida por Marcos Carnevale, presenta una historia que combina el humor con un trasfondo humano capaz de interpelar a cualquier espectador. Francella encarna a Miguel Flores, un meteorólogo que pasa de ser el rostro más querido de la televisión a convertirse en villano nacional tras fallar en la predicción de una tormenta que causa estragos en Buenos Aires.
Ese derrumbe profesional lo obliga a abandonar la ciudad y reencontrarse con su Córdoba natal. Allí comienza un recorrido personal en el que se mezclan la nostalgia, las relaciones familiares y la búsqueda de segundas oportunidades. Entre situaciones absurdas y reflexiones íntimas, la trama logra mantener el equilibrio entre la comedia y la emoción.
Uno de los puntos fuertes de Granizo es su elenco coral. A Francella lo acompañan figuras como Norman Briski, Peto Menahem, Laurita Fernández, Martín Seefeld, Nicolás Scarpino, Romina Fernandes, Viviana Saccone, Pompeyo Audivert y Eugenia Guerty. Cada uno de ellos aporta frescura y matices que enriquecen el relato, logrando escenas que transitan entre lo disparatado y lo entrañable.
El guion, escrito por Nicolás Giacobone y Fernando Balmayor, sostiene un ritmo ágil con diálogos punzantes y situaciones cargadas de ironía. Carnevale, por su parte, le imprime dinamismo visual y consigue que la película no pierda intensidad en ningún momento, consolidando un producto que se ganó el aplauso de espectadores dentro y fuera del país.
Más allá de las risas, Granizo propone una mirada crítica sobre la exposición mediática y el costo de la fama. También deja en evidencia cómo las raíces y los afectos terminan funcionando como refugio en los momentos de crisis. Ese doble registro le otorga profundidad y explica en buena parte su permanencia en el tiempo.
A tres años de su estreno, la película sigue apareciendo en listados de recomendaciones y conserva un lugar destacado dentro del catálogo latinoamericano de Netflix. Para quienes buscan una opción entretenida y emotiva para este domingo, la propuesta con Guillermo Francella se mantiene como una apuesta segura.
Lo cierto es que Granizo no solo confirma el magnetismo de su protagonista, sino que también demuestra que el cine argentino puede generar fenómenos globales desde una historia simple, cercana y cargada de humanidad.