El regreso de Mauro Icardi a la Argentina desató una oleada de comentarios, análisis y especulaciones que volvieron a poner en el centro de la escena a Wanda Nara, a sus hijas Francesca e Isabella, y a la actriz China Suárez, hoy pareja del futbolista. En medio de este nuevo capítulo mediático, la voz que sorprendió fue la de Maxi López, exmarido de Wanda y actual compañero de ella en MasterChef Celebrity, quien decidió hablar con una claridad inesperada.
El video filtrado desde el Paseo Alcorta, donde se veía a Icardi pasear junto a sus hijas y a la China Suárez, marcó el inicio del revuelo. Las imágenes mostraban una convivencia aparentemente armónica entre la actriz y las nenas, algo que reavivó debates sobre el rol de cada adulto en la dinámica familiar. A raíz de esto, Maxi López dialogó con SQP (América) y su testimonio no pasó inadvertido.
Consultado por Yanina Latorre sobre cómo había visto a Wanda Nara en estos días tan agitados, Maxi fue contundente: dijo haberla encontrado bien, serena, sin signos de angustia pese al ruido mediático generado por el regreso de Icardi. Aunque no profundizó en la conversación con ella, destacó que la percibió estable y enfocada, un dato que llamó la atención de todos.
López también se refirió a la relación entre Wanda y Mauro en este contexto puntual. Afirmó que, si las niñas están con su padre, ella debe manejar la situación con altura y tranquilidad. Remarcó que su deseo es que este conflicto no termine extendiéndose durante años y aclaró que habla desde el cariño que siente por Francesca e Isabella, a quienes considera hermanas menores de sus propios hijos.
Sobre la polémica decisión de Icardi de hacer faltar a las niñas al colegio, un punto que generó fricciones y cuestionamientos por parte del Ministerio Público Tutelar, Maxi fue tajante. Contó que, en su experiencia, siempre intentó adaptarse a las rutinas de Valentino, Constantino y Benedicto, y sostuvo que quien llega a la Argentina debe ajustarse a las actividades de los chicos, marcando así una diferencia con la elección de Mauro.
Sin embargo, la frase que más impacto produjo fue una síntesis clara de su postura: "Lo importante es que las chicas estén bien". Con esa línea, López justificó por qué no tendría inconvenientes en un eventual encuentro entre Icardi y sus hijos, siempre y cuando eso surja naturalmente y no altere su día a día.
En su cierre, Maxi López volvió a insistir en la misma idea rectora: antes que los conflictos entre adultos, deben estar los niños. Una reflexión que, en medio de idas y vueltas mediáticas, se convirtió en el mensaje más sensato de toda la polémica.