El caso que involucra al ex de Lowrdez Fernández acaba de sumar un giro decisivo. A casi seis semanas de la detención de Leandro García Gómez, la fiscal Silvana Russi avanzó con un pedido que marca el rumbo futuro del expediente: solicitó formalmente que la causa sea elevada a juicio oral por una serie de delitos vinculados a violencia de género. La decisión refleja la gravedad del cuadro que enfrenta el acusado y la contundencia de las pruebas reunidas.
La información fue detallada por Carlos Salerno en Desayuno Americano (América TV), donde explicó que en su presentación, la fiscal reconstruye no solo episodios aislados sino un patrón sostenido de agresiones físicas, psicológicas y conductas de control. Para Russi, el hecho de que Lowrdez Fernández no haya denunciado a su expareja en un primer momento no es menor: lo interpreta como un indicador claro del sometimiento en el que se encontraba. Tal como definió el informe citado por el periodista, esa resistencia inicial a exponer lo vivido es reflejo directo de “del sometimiento y círculo de abuso en el que se encontraba inmersa”.
El pedido de elevación a juicio es contundente y abarca múltiples figuras penales. Según precisó Salerno, la fiscal solicita que García Gómez “sea juzgado por lesiones leves agravadas por el vínculo, por mediar violencia de género, la figura de privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometido en perjuicio de una persona a la que se le debe respeto particular y por mediar violencia y coacción”. Una enumeración que ya de por sí habla de la gravedad del caso.
Pero no es lo único. El periodista agregó que la imputación incluye otro elemento clave: “Y no termina acá, también lo imputa de amenazas, o lo procesa por amenazas coactivas, reiterada en tres oportunidades, estamos hablando de varios delitos muy graves”. Los episodios a los que hace referencia son tres momentos críticos ocurridos entre enero y octubre de este año: desde golpes que dejaron lesiones visibles en el rostro y cuerpo de Lowrdez, hasta ataques que derivaron en llamados al 911 y la denuncia urgente de su madre y su compañera de Bandana, Lissa Vera.
La relación entre Lowrdez Fernández y García Gómez comenzó en 2020 y, según allegados, estuvo marcada desde sus inicios por episodios de maltrato y aislamiento. La cantante atravesó años de idas y vueltas, retirando y reinstalando denuncias, un movimiento típico en vínculos atravesados por violencia emocional. Para la fiscalía, ese contexto constituye un dato clave para comprender el entramado de la causa.
La última intervención se produjo en octubre, cuando la madre de Lowrdez, alertada por el entorno de su hija, tomó conocimiento de un nuevo episodio de violencia y privación ilegítima de la libertad. Su denuncia derivó en un allanamiento en Palermo el 23 de octubre, donde la policía encontró a la artista dentro del departamento y detuvo a García Gómez, quien permanece con prisión preventiva desde el 4 de noviembre.
Con este pedido, la causa entra en una etapa definitoria. Si el juez hace lugar a la solicitud de la fiscal Silvana Russi, el ex de Lowrdez Fernández enfrentará un juicio oral con acusaciones múltiples y un historial que, según la Justicia, configura un caso claro de violencia de género sostenida. El expediente avanza, y la expectativa ahora está puesta en la respuesta del tribunal.