El clima glamoroso de los Martín Fierro de Cine y Series 2025 se vio sacudido por un episodio tan incómodo como inevitable: el encuentro, o “no encuentro”, entre Sabrina Rojas, Luciano Castro y Griselda Siciliani. Aunque la expareja de Castro tenía a su cargo la conducción de la alfombra roja, el actor y la actriz decidieron no desfilar por allí para evitar cualquier roce. Sin embargo, los tiempos de llegada jugaron en su contra y los llevó a cruzarse a pocos metros de la conductora.
Según mostraron en Intrusos, Luciano Castro y Griselda Siciliani caminaron abrazados frente a Sabrina Rojas, quien observaba la situación desde una corta distancia. Las cámaras captaron el instante exacto en el que la pareja avanzaba sin perder la compostura, conscientes de la tensión y de que todas las miradas estaban puestas en ellos.
El incómodo movimiento no pasó desapercibido para Adrián Pallares, que presentó las imágenes asegurando: “Así fue el cruce no cruce de Sabrina Rojas con Griselda Siciliani y Luciano Castro. Todos reunidos en el mismo lugar”. La escena, que apenas duró unos segundos, se convirtió rápidamente en uno de los temas más comentados de la gala.
Paula Varela, presente en la ceremonia organizada por Aptra, sumó detalles sobre la expectativa que había respecto al posible encuentro. “Sabrina hizo la alfombra roja y se esperaba que Griselda pasara por ahí. Yo estoy seca con el cruce. Fue el comentario de la noche”, contó la panelista, reflejando el revuelo que generó la situación entre los invitados.
En las imágenes, Luciano Castro mantuvo una postura firme: no miró en ningún momento a Sabrina Rojas, madre de sus hijos Esperanza y Fausto. Griselda Siciliani actuó de la misma manera, avanzando con seguridad y sin cambiar el gesto, dejando claro que no tenía intención de interactuar con la ex del actor en ningún contexto.
Un detalle que no pasó inadvertido fue la presencia de las hijas de cada uno. A un lado de la pareja caminaba Esperanza, hija de Castro y Rojas, mientras que Margarita acompañaba a Siciliani. La escena, con ambas adolescentes presenciando el momento, sumó un matiz familiar y aún más incómodo al episodio.
Por la ubicación exacta del cruce, Sabrina Rojas quedó frente a frente con la situación. Desde su rol profesional, debió mantener la compostura mientras veía pasar a Luciano Castro y Griselda Siciliani abrazados, avanzando con decisión y sin registrar su presencia. Un momento tenso, inevitable y que rápidamente se convirtió en el foco de la noche.