El referente del RKT y la cumbia 420, Elián Valenzuela, mejor conocido como L-Gante, acaparó la atención de los medios chimenteros argentinos, en medio de su gira por España. Es que más allá de sus presentaciones y su ostentosa estadía en una mansión, el artista se volvió viral por llevar adelante una arriesgada pirueta, la cual quedó grabada y generó fuertes controversia y, hasta una inevitable comparación con uno de los episodios más icónicos que llevó a cabo Charly García, en un hotel de Mendoza.
Puntualmente, L-Gante, quien está documentando su rutina diaria en sus redes—incluyendo su dieta de agua con limón, tostadas con palta y huevo—, compartió un video en el que realizaba un polémico salto.
Es que en las imágenes se lo veía corriendo alrededor de una piscina, para luego ingresar a la lujosa casa, para luego asomarse por un balcón que daba directo a la pileta. De esta forma, sin dudar, saltó la reja de protección y se arrojó a la pileta, para luego finalizar el clip con la advertencia: “No lo intenten en casa”.
La escena remite de inmediato a aquel recordado 3 de marzo del año 2000, cuando Charly García conmocionó al país y al mundo al saltar desde el noveno piso (aproximadamente 18 metros de altura) del Hotel Aconcagua en Mendoza.
En aquella ocasión, el legendario músico, tras una noche agitada y un incidente con la policía, se lanzó a la pileta ante la mirada atónita de periodistas y fans que se encontraban en el lugar.
Charly, ileso y empapado, inmortalizó el momento con frases que pasaron a la historia, como: “Esta fue la primera cosa deportiva que realmente disfruté en mi vida” o “No estoy loco. Tenía un solo salto para hacer”, y en otras ocasiones bromeó con que lo hizo porque lo "perseguía la policía".
Mientras el salto de García fue interpretado por muchos como un acto de rebeldía y una forma de desafiar la autoridad, el gesto de L-Gante reabre el debate sobre los límites de la exposición pública y la influencia de las figuras mediáticas, especialmente al replicar acciones de alto riesgo que podrían ser emuladas por sus jóvenes seguidores.
La polémica está servida, y con ella, el recuerdo imborrable de un hito en la historia del rock nacional.