El caso por el crimen de Diego Fernández Lima, el adolescente de 16 años hallado enterrado en el patio de una vivienda en Coghlan, en la que supo vivir Gustavo Cerati, sumó un nuevo capítulo cargado de tensión. Norberto Cristian Graf, principal sospechoso del homicidio, decidió presentarse de manera voluntaria ante el fiscal Martín López Perrando, a cargo de la investigación, en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°61 y rompió el silencio en diálogo con Mercedes Ninci.
Lo que nadie esperaba era el momento incómodo que se viviría con la periodista Mercedes Ninci unos momentos más tarde. Es que cuando Cristian Graf llegó al edificio de la avenida de los Inmigrantes 1950, fue interceptado por la prensa. “¿Vos fuiste quien asesinaste a…?”, alcanzó a preguntarle ella en un momento de suma tensión. En este contexto, con frialdad, él le respondió desconcertando a todos: “A mi papá”.
Ante la situación extraña que se vivió, vale recordar que la cronista había tenido un contacto directo con el sospechoso sin siquiera darse cuenta. Durante la cobertura para Mujeres Argentinas (El Trece), recordó que en la fiscalía había conversado con él y su esposa por casi diez minutos, pero no lo reconoció porque “no se parecía a la foto” que circulaba en los medios.
“Cuando vine, me bajé corriendo, me puse el auricular y lo vi bajar”, relató aún sorprendida. Según contó, en esa charla previa él se mostró cordial, asegurando que se presentaba como testigo para “aportar” a la causa. Sin embargo, Mercedes Ninci admitió que la actitud del principal sospechoso del homicidio le dejó una sensación de cinismo difícil de pasar por alto.
“Estuve hablando con el principal sospechoso sobre haber dejado cartas, enviar mensajes a través de la radio y hacer guardias desde que apareció el cuerpo”, explicó. En ese intercambio, él incluso le pidió su teléfono. “Me dijo: ‘Déjame tu teléfono’, y él tiene el mío porque se lo había dejado”, agregó, dejando en claro lo desconcertante de la situación.
La escena sumó un condimento inesperado a una investigación ya de por sí escalofriante en el patio del hogar en el que alguna vez vivió Gustavo Cerati. Mientras la Justicia intenta reconstruir lo ocurrido y determinar responsabilidades, el tenso cruce entre Ninci y Graf quedó como un episodio que refleja la extraña mezcla de frialdad y cinismo que rodea a este crimen.