El clima en A la Barbarossa se volvió tenso de manera inmediata apenas un día después de que se conociera la dura condena contra Claudio Contardi, exesposo de Julieta Prandi. La modelo, que atravesó un largo proceso judicial tras su separación en 2019, vivió en primera persona la noticia de los 19 años de prisión dictados por abuso sexual con acceso carnal agravado. En ese contexto, un móvil al aire terminó en un cruce cargado de emoción y enojo con la panelista Analía Franchín, quien lanzó una consulta que la actriz consideró inapropiada.
La conversación comenzó con la intención de repasar la sentencia y analizar el impacto de la resolución del Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de Zárate-Campana, pero rápidamente cambió de tono. Ocurre que Analía Franchín quiso preguntar si la actriz estaría de acuerdo con que su ex marido pudiera acceder a la prisión domiciliaria para ejercer la paternidad de una hija recién nacida que tuvo con otra mujer.
La pregunta encendió las alarmas y provocó una reacción inmediata de Julieta Prandi, quien rápidamente elevó la temperatura y la cruzó muy molesta: “Me cuesta responderte Analía porque siempre que te escucho tu empatía para conmigo ha sido cero. Sos la única en esa mesa que me pregunta que me ponga yo en la piel de esa bebita y familia”.
La modelo continuó dejando en claro la magnitud del dolor que vivió y la forma calculada en que su ex había actuado: “Disculpame, no tengo por qué ponerme a pensar en esa familia. Conozco de quién estoy hablando, padecí veinte años a este enfermo, hasta la bebita la tuvo estratégicamente para tener este recuso, hasta eso está calculado. No ha lugar Analía”.
Analía Franchín, visiblemente incómoda, intentó suavizar la situación y pidió disculpas al darse cuenta inmediatamente de su error: “Perdón te pido disculpas, yo estaba pensando en esa bebita”. Sin embargo, Julieta mantuvo su postura firme y cerró el intercambio con contundencia: “Por favor te lo pido pasé un infierno”.
La tensión quedó patente no solo en el estudio, sino también para quienes seguían el móvil desde sus casas, reflejando lo delicado de un momento que combina justicia, emoción y la exposición mediática de una situación extremadamente sensible.