Joaquín Levinton, cantante de Turf, fue invitado al programa Otro día perdido, conducido por Mario Pergolini en El Trece, y dejó una catarata de anécdotas que arrancaron risas en el estudio. Entre ellas, relató la odisea que vivió para obtener su registro de conducir, con momentos que hoy recuerda entre risas.
Pergolini no dudó en preguntarle directamente: “¿Es cierto que te presentaste 11 veces a rendir el examen para conducir?”. Levinton respondió con humor: “No sé, siete u ocho veces me bocharon en lo psicológico. Pero me la habían jurado, me veían venir. Había un par de preguntas que andaba flojo de papeles en varias”.
Entre carcajadas, el músico agradeció a “Pochi”, una persona clave en esa etapa: “Me incentivó a juntar valor y a que lo podría llegar a lograr. Y también me facilitó ciertos trámites”. Esa ayuda, según contó, fue fundamental para finalmente conseguir la licencia que tantas veces le fue negada.
La charla también derivó en otra de sus historias más desopilantes, que dejó en evidencia su imprudencia al volante. “Era Año Nuevo, iba para Valeria del Mar para pasarlo con mi vieja. Había mucho tráfico, y me fui a 120 y 150 km/h por la banquina. Yo iba chocho”, relató entre risas.
El recuerdo se volvió aún más gracioso cuando contó cómo reaccionó la gente: “El policía me frenó y me dijo: ‘Sos un pelotudo, loco’. Y de golpe todos los que estaban en la ruta empezaron a aplaudir. Yo pensé que era para mí, pero en realidad aplaudían a la policía”.
El final fue igualmente insólito. Levinton dejó olvidado el registro en Valeria del Mar y años después lo recuperó casi por casualidad. “Un día pasé y me dijeron: ‘Hace años que está tu registro acá, ¿Cómo no viniste a buscarlo?’”.
Estas anécdotas, contadas con la frescura que lo caracteriza, reflejan el costado más descontracturado del líder de Turf, que hoy transita un presente estable tanto en lo personal como en lo profesional. La banda sigue girando y él se mantiene como una de las figuras más queridas y excéntricas del rock argentino