Bernard Fowler, histórico corista de The Rolling Stones desde 1988, debutó anoche en Argentina con un show íntimo y potente en La Fábrica, el nuevo espacio cultural y gastronómico que funciona en la ex casa-estudio de Charly García ante un público reducido de 70 personas que disfrutó de una experiencia exclusiva.
Acompañado por una banda de lujo integrada por Fabián “Zorrito” Von Quintiero, Pilo Gómez y Gonzalo Lattes, Fowler recorrió un repertorio que incluyó clásicos de su paso junto a los Stones y temas de Mick Jagger y Keith Richards, como God gave me everything, Brand new car y Take it so hard.
El concierto formó parte de su proyecto solista, en el que Fowler explora su faceta como frontman y mantiene vivo el espíritu del rock que lo acompañó en su extensa trayectoria. Con más de tres décadas junto a una de las bandas más legendarias del mundo, el artista demostró su carisma y potencia vocal.
La puesta en escena fue pensada como una experiencia inmersiva: música en vivo y gastronomía de primer nivel. Los asistentes disfrutaron de un menú que incluyó anchoas marplatenses, croquetas de mariscos, polenta de coliflor con ragú de hongos y flat iron con ensalada de pepino, acompañado de vinos de alta gama.
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando Fowler sorprendió al dedicar el tema Happy and Real a Charly García, quien estaba presente en la mesa principal. “La primera persona que conocí en mi primera noche en Argentina fue él. Le quiero dedicar esta canción al señor Charly García”, dijo el cantante.
Además de la presencia de Garcia, estuvo Patricio Sardelli, guitarrista y vocalista de Airbag, disfrutando de la velada. El recital confirmó que La Fábrica se está convirtiendo en un epicentro cultural de Buenos Aires. Allí ya se presentaron Axel Fiks, Edelmiro Molinari y se realizaron aftershows de Lali y Cazzu.