El fenómeno de Bandana marcó a toda una generación, pero detrás del éxito también se escondían tensiones que hasta hoy siguen generando ruido. Así lo dejó en claro Lissa Vera, quien rompió el silencio sobre el abrupto final del grupo y reveló los motivos que hicieron que Ivonne Guzmán aún se mantenga distante y molesta con lo que pasó en aquellos años. Sus palabras no solo abren una ventana al detrás de escena de la banda, sino que también explican por qué nunca se pudo concretar una reunión completa de las cinco integrantes.
Desde su creación en 2001 en el reality Popstars, Bandana alcanzó récords que parecían inalcanzables: tres discos en tiempo récord, giras interminables y 150 Gran Rex colmados. Pero ese sueño se derrumbó en cuestión de meses, dejando a miles de fanáticos sorprendidos por una separación que hasta hoy sigue siendo tema de debate.
Este domingo, en una entrevista televisiva, Lissa Vera fue al hueso sobre lo que ocurrió en esa etapa final: “En un momento la fama era tan grande, pero no concordaba con la parte económica. En un momento empezaron a distanciarse uno del otro, y creo que eso, más problemas personales, más secuelas de una fama tan repentina, y el agotamiento, el agotamiento artístico de no poder participar un poco más del proyecto”. Con esa frase expuso una de las claves: el desfasaje entre lo que se veía desde afuera y lo que vivían ellas puertas adentro.
La cantante también describió lo limitado que resultaba el esquema de trabajo: “Era una cajita así cuadradita y no podías poner el pie fuera del plato. Y eso, artísticamente, te empieza a pegar, a condicionar”. Si bien evitó responsabilizar directamente a Gustavo Yankelevich, dejó claro que la organización detrás del grupo tenía mucho que ver.
El testimonio de Lissa sumó detalles que retratan la precariedad en medio del furor: “Había mucha desinteligencia entre medio de Gustavo y nosotras. No comíamos, íbamos de gira y no había plata para los viáticos. Un día tomamos agua en Perú y nos intoxicamos todas porque no teníamos plata para comer”.
Incluso habló de las diferencias de trato con Mambrú, la otra banda salida de Popstars: “Y la plata que era para los viajes de promoción, desapareció. (…) Nos pusieron en un hotel tres estrellas a nosotras y Mambrú en un cinco estrellas. Estaban en diagonal y nosotros mirábamos. Los chicos no tenían la culpa, pero era al mismo hotel donde nosotros teníamos que ir, y eso me lo enteré después”.
Por todo esto, Ivonne Guzmán decidió no sumarse a los regresos de 2008 y 2016, manteniendo firme su enojo por lo vivido en la primera etapa. La cantante siempre marcó distancia y nunca terminó de reconciliarse con la experiencia, en gran parte por el desgaste emocional y la desilusión con la forma en que se manejó el grupo. Hoy, a la luz de las confesiones de Lissa Vera, queda más claro por qué Ivonne eligió correrse: no se trató de un simple capricho, sino de heridas que nunca sanaron del todo.