Ese instante, inolvidable para miles, lo provocó un padre mexicano que subió a la cabina de DJ sin fama, sin representante, sin luces propias… pero con un mensaje que atravesó corazones.
Un papá común, un gesto extraordinario
Había acompañando a su hijo —un fan incondicional de la música electrónica— y jamás imaginó que terminaría en el escenario más grande del festival. Pero la vida, a veces, regala coincidencias que parecen milagros.
Cuando tomó el micrófono, lo hizo con la voz temblorosa de quien está por decir algo urgente, necesario, casi sagrado:
“Quiero un México en paz. Nuestros hijos merecen crecer sin miedo.”
En segundos, la euforia se transformó en emoción pura.
Los gritos se apagaron.
Las luces parecían moverse más lento.
Miles de jóvenes se quedaron mirándolo como si, por un momento, alguien hubiera dicho exactamente lo que todos necesitaban escuchar.
video del padre guilherme peixoto tocando como DJ en 2025
Un set que se volvió plegaria
Con las manos firmes sobre la consola, el padre mezcló un track suave, casi celestial. Y entonces llegó el segundo gesto que desató lágrimas en el público: dedicó su presentación al Papa Francisco.
“Le rindo homenaje al Papa Francisco, por recordarnos que la paz empieza por uno mismo.”
La pantalla gigante proyectó una frase que hizo vibrar el campo entero:
“Que la paz comience por nosotros.”
Algunos jóvenes se abrazaron.
Otros levantaron las manos al cielo.
Varios lloraron sin entender por qué.
Era uno de esos momentos que sanan sin hacer ruido, que reconcilian, que dan esperanza.
La multitud que nunca lo olvidará
Ese papá —humilde, vestido como cualquiera del público, sin pretender protagonismo— logró algo que ni el DJ más famoso del line up había conseguido: tocar el alma del festival.
Su mensaje fue tan auténtico, tan honesto, tan necesario en un país golpeado por la violencia cotidiana, que el público respondió con el aplauso más largo de la noche. No se ovacionaba un set. Se ovacionaba una valentía. De un escenario mexicano al corazón del mundo
El video se volvió viral en cuestión de horas.
Algunos lo bautizaron “El DJ de la paz”.
Otros escribieron:
“Qué hermoso que un padre nos recuerde lo que olvidamos entre tanto ruido.”
Pero el comentario que más circuló entre los jóvenes fue el más simple y profundo:
“Ojalá mi papá creyera así en la paz.” El día en que la música fue un puente
En su último track, el padre incluyó un fragmento de un mensaje del Papa Francisco sobre el cuidado de la vida y de los jóvenes. La multitud escuchó en silencio.
Y cuando terminó, no hubo euforia.
Hubo gratitud.
Ese hombre no cambió el mundo.
Pero cambió una noche.
Cambió un instante.
Y esos instantes son los que, a veces, logran que algo dentro nuestro empiece a sanar.
En Dreamfields México, donde todo suele ser velocidad y estruendo, un papá sencillo levantó la voz por la paz y dejó una huella que miles jamás olvidarán.