Una de las actividades que no ha sufrido restricciones durante la cuarentena, es sin duda el delito. En todas sus modalidades, por supuesto, pero en el caso de los motochorros, la tranquilidad que tienen ante las calles vacías, y muchas veces sin custodia, hace que su "trabajo" sea cada vez más fácil.
Si bien los datos oficiales dicen que durante el aislamiento los hechos de inseguridad han bajado, lo cierto es que muchas veces las cámaras de seguridad captan otra cosa. En este caso, la eficiencia con la que estos "amigos de lo ajeno" detectan que alguien se olvidó una mochila dentro de un auto estacionado en el barrio Gran Neuquén Sur, y la tranquilidad con la que rompen un vidrio (después de varios intentos), la sustraen, y se retiran del lugar:
Es sabido que el "grueso" de la policía, y los agentes de cada jurisdicción del país, hoy están abocados al resguardar la cuarentena, por una cuestión más sanitaria, que de seguridad. Y eso, beneficia entre otros a los ladrones, que sin miramientos (ni preocupaciones) pasean con sus motos por los barrios neuquinos, acechando autos, bicicletas y peatones desprevenidos.
Hace poco más de un mes, en el barrio capitalino de Santa Genoveva, se dio otro hecho de inseguridad, que en este caso incluyó violencia sobre una joven que caminaba por la vereda: