El intenso llanto de un niño de sólo tres años y el escalofriante relato que le hizo a su madre encendieron la alarma: "Me duele la cola. La seño me metió el dedo". Palabras más, palabras menos, fueron las utilizadas por el pequeño para contarle a su mamá lo que le había pasado. Ante el reclamo, surgieron más casos de abuso sexual infantil ocurridos en el jardín de un colegio privado.
Ante el intenso hermetismo que hay detrás, se pudieron conocer algunos detalles de los casos de abuso sexual que aún no pueden llegar a la Justicia, por las trabas del sistema. Las respuestas decepcionan ante cualquier intento de buscar condena para los culpables: "Estos casos siempre quedan en la nada", "hay que someter al niño a pericias", "debe ser revisado por un equipo de especialistas", "a esta edad los niños inventan cosas".
Este tipo de respuestas no sólo la escuchó la madre del pequeño de boca de los directivos, quienes en el cargo que ocupan pasan a ser gerentes y representan los intereses de los dueños de la institución. También las obtuvo de médicos, psicólogos y hasta un importante miembro de la Justicia, a los que consultó en privado antes de judicializar el caso.
Desde el Ministerio Público de Río Negro se confirmó que no existe ninguna denuncia al respecto, pero que ante la consulta de un grupo de padres, la semana pasada existió un encuentro con un representante de una fiscalía especializada, con miembros de la Oficina de Atención a la Víctima y la Defensoría de Menores. Además de presentar como fueron los casos de abuso, también buscaban conocer cómo era el trámite para realizar la denuncia y a que situaciones deberían exponer a sus hijos, convertidos en víctimas.
Recién a partir de una nota enviada a supervisión, desde la dirección del colegio privado con sede a la vera de la Ruta 22 en Roca, tomaron la decisión de separar preventivamente del cargo a la maestra señalada, y también a un profesor especial, que sería el responsable de los otros dos abusos que se conocieron.
Estaba muy mal y cuando se calmó, me dijo que la 'seño le metió un dedo en la cola'
La madre de una de las víctimas hizo público lo que le pasó a su hijo. De acuerdo con la nota publicada por el sitio web GNR, contó que "un día salió llorando de la escuela y así estuvo 24 horas, no lo podía parar y decía que le dolía la cola". Luego, cuando calmó el llanto, recién pudieron hablar con el niño: "Estaba muy mal y cuando se calmó, me dijo que la 'seño le metió un dedo en la cola'".
Luego de semejante relato, la madre reconoció que "no lo podía creer, ahí llamé a su pediatra. Hablé con psicólogos y empezó esta odisea" que es tratar de buscar justicia y las permanentes trabas que pone el sistema, sobre todo si se piensa en los niños y no volver a victimizarlos.
Las quejas de la madre apuntan a la institución: "Nunca me brindaron contención, todo lo contrario. Dijeron que son 'mis dichos' y me expusieron con la 'seño'. Dicen que los chicos tienden a 'fabular', que inventan cosas a esa edad. Unas barbaridades".
Sin embargo, esto sirvió para que se enteren otros padres que redactaron una nota y la presentaron en la Supervisión de Escuelas Privadas. Y recién a partir de allí, la dirección separó preventivamente del cargo a los docentes, aunque se mantuvo el secreto ante la comunidad educativa.