A la falta de patrulleros, personal e insumos, la Policía de Río Negro sumó un nuevo papelón. Es que un ladrón de una moto se escapó dos veces. La primera vez huyó esposado por un descuido del los uniformados de la Comisaria 32° de Cipolletti, y la segunda, desde adentro del calabozo de la Comisaría 7°, luego de hacer un boquete en la pared.
El hecho, de una enorme gravedad, no hace más que evidenciar las pésimas condiciones en las que se encuentra la fuerza rionegrina con falencias de todo tipo, que van desde la falta de conducción hasta la escasez de insumos o o patrulleros que se amontonan en las comisarías esperando presupuesto para ser reparados. Situación por la que ya fueron denunciados el Jefe de Policía, Osvaldo Tellería, y la ministra de Seguridad, Betiana Minor.
El hecho sucedió el pasado lunes en Cinco Saltos y aunque desde la Jefatura dieron órdenes expresas de no brindar detalles, se filtró la información que deja muy mal a los integrantes de dos comisarías.
Todo arrancó con el robo de una moto KTM Duke 200cc. que tiene un valor cercano a los 3 millones de pesos. En la Comisaría 7° de Cinco Saltos denunciaron que dos personas se la habían llevado de las cocheras ubicadas debajo de las torres de Roca y General Paz, en pleno centro de la localidad.
Minutos después una persona dio aviso que dos hombres estaban intentando poner en marcha una moto en las calles Brentana y Francia. Cuando llegó la Policía, comenzaron una fuga por la ruta 151 rumbo a Cipolletti. Y recién pudieron ser atrapados en la zona del Balneario El 30, en cercanías de la cárcel de esa ciudad, a la vera del canal Principal de Riego.
El personal de la Comisaría 32° realizó la detención y mientras cumplían con los trámites previos, uno de los delincuentes -que ya estaba esposado- aprovechó un descuido de los uniformados y desapareció.
El primer papelón de los policías fue subsanado horas después, cuando el personal de la Brigada Rural, ya alertado de la búsqueda del delincuente, lo encontró caminando por la zona de chacras, aún con las manos sujetas por las esposas.
Por orden de la Justicia fue llevado a la Comisaría 7°, donde quedó detenido en uno de los calabozos. Allí permaneció hasta que en el cambio de guardia se advirtió que el delincuente ya no estaba.
De acuerdo con lo que se pudo averiguar, el personal de la guardia advirtió que el detenido no contestaba y cuando abrieron la puerta, se encontraron con el lugar vacío y un boquete en la pared por donde logró fugarse.
El detenido no tenía herramientas en su poder y según lo que cuentan allegados a la causa, comenzó a patear la pared hasta que logró romperla y de esta manera, sin que nadie lo advierta, logró salir hacía un patio y luego a la calle.
El personal que se encontraba de guardia en la Comisaría 7° está sospechado de prestar colaboración, aunque también se debe aclarar que el estado del edificio policial es muy malo con según el informe presentado hace meses por la agrupación de policías rebeldes que denunciaron al Jefe Osvaldo Tellería y a la ministra de Seguridad Betiana Minor por incumplimiento de los deberes de funcionario público.