Dos semanas atrás, el jueves 18 de septiembre, Neuquén se conmocionó tras el hallazgo del cuerpo de una mujer sin vida, tendido en una cantera ubicada a 300 metros del ingreso al basural de la ciudad. Con al menos 10 días de descomposición, la identificación del cadáver fue muy difícil, pero gracias a los datos que proporcionó el hospital Castro Rendón, se supo que se trató de Ángela Díaz, una joven de 23 años que vivía en el barrio Villa Ceferino, en el corazón del oeste neuquino.
Conocer la identidad, además de esclarecer el caso, dejó entrever un trasfondo narco que remite a un complejo caso que sacudió al oeste capitalino en junio.
Una balacera seguida de un escape y persecución en moto, un choque y robo de auto a punta de pistola con secuestro incluido, y luego otro siniestro vial, esta vez de una ambulancia que impactó contra un colectivo.
Durante la emisión de este jueves de “La Primera Mañana”, que se trasmite por AM550, el periodista Pancho Casado reveló un dato estremecedor: en aquella motocicleta circulaba Ángela, y tras chocar contra un Bora negro, sufrió una fractura expuesta en una de sus rodillas. Ese dato fue lo que permitió a las autoridades conocer la identidad de la joven que había sido hallada en el basural.
El principio: una mañana agitada en el oeste
Durante la gélida madrugada del 12 de junio hubo un tiroteo entre narcos, frente a la Comisaría Tercera, en la esquina de Manuel Rodríguez y Antártida Argentina, en pleno oeste neuquino. Allí, un hombre terminó herido con un disparo de bala, y emprendió un escape a bordo de una moto enduro blanca que había sido robada en abril. Estaba acompañado por Ángela.
Mientras escapaban a toda velocidad los chocó un Bora negro que era conducido por una mujer, en la esquina de Novella y Lagos del Sur.
La imagen se tornó compleja: la moto tirada en la calle, las balizas del Bora encendidas, un hombre que se desangraba y una joven que acababa de sufrir una fractura expuesta en la rodilla. Todo parecía llegar a un desenlace, pero en realidad era solo el comienzo.
Malherido, el hombre perdía mucha sangre por lo que tomó la pistola y encañonó a la conductora del auto que, ahora secuestrada, recibió la orden concreta de trasladarlos a una guardia: el hombre podía morir en cualquier momento.
Pocas cuadras más adelante, y gracias al sistema de Monitoreo Urbano, la Policía logró interceptarlos.
"Al momento de reducir al masculino se le cayó una bolsita tipo polvorienta color blanquecina, tratándose aparentemente de clorhidrato de cocaína. A la mujer le hallaron un revólver plateado con cachas de madera", detalló en aquel el comisario Rubén Rodríguez, a cargo de la Comisaría Tercera.
Así fue que personal de salud activó un operativo de emergencia para evitar que los heridos murieran en el lugar, y ambos fueron cargados en una ambulancia del SIEN y trasladados con urgencia.
Pero ese no fue el final, ya que la ambulancia, que viajaba por el carril del Metrobús con las balizas encendidas terminó chocando contra una unidad vacía de COLE en la esquina de Avenida del Trabajador y Combate de San Lorenzo. Así fue que ambos fueron trasladados, en otro vehículo de emergencias, hasta el hospital Castro Rendón, donde le practicaron una cirugía a Ángela por la fractura que había sufrido al chocar contra el Bora.
Operación de rodilla y el peor final
Desde aquel entonces, quien la acompañaba en moto quedó detenido y en recuperación por el disparo que recibió. A la joven le dieron el alta y, poco más de dos meses después, uno de los camioneros que trabaja para BASAA, la empresa concesionaria del basural, encontró su cuerpo en estado de descomposición, tirado al lado de una mochila vacía.
La joven, de apenas 23 años, tuvo una vida marcada por la vulnerabilidad, lo que no solo agravó el dolor por su muerte, sino que también pone en evidencia las condiciones de riesgo a las que tantas mujeres quedan expuestas. Desde el Ministerio Público informaron que la familia de la víctima recibe acompañamiento gracias al Centro de Atención a Víctimas y Testigos, en un intento por contener el enorme impacto emocional que dejó este crimen.
Desde el primer momento, el expediente fue caratulado como femicidio y, bajo este marco, la investigación continúa en busca de posibles antecedentes de violencia de género y de conocer más sobre el entorno en el que la joven se movía.