En Cutral Co, una niña pudo reconocer que era víctima de abuso sexual tras recibir contenidos sobre Educación Sexual Integral (ESI) en su escuela, lo que permitió denunciar a su agresor y dar inicio a un proceso judicial. El fiscal jefe Gastón Liotard solicitó una pena de 11 años de prisión para M.A.I., un hombre declarado responsable de haber abusado sexualmente de la hija de su pareja durante el tiempo en que convivieron.
El pedido fue formulado en una audiencia de imposición de pena ante el tribunal integrado por Lisandro Borgonovo, Laura Barbé y Maximiliano Bagnat, que dará a conocer su decisión el próximo lunes.
Una denuncia posible gracias a la educación
Según se acreditó en el juicio, los abusos ocurrieron entre julio de 2023 y julio de 2024, cuando la niña tenía entre 10 y 11 años. Durante ese período convivía con su madre y el acusado, quien aprovechaba las ausencias laborales de la mujer para cometer los ataques de manera reiterada.
El caso salió a la luz cuando la víctima, luego de participar en una clase de Educación Sexual Integral, pudo identificar que las situaciones que vivía constituían abuso y se animó a contárselo a su madre. Ella realizó la denuncia, dando inicio a la investigación.
Fundamentos del pedido fiscal
Al solicitar la condena de 11 años, el fiscal Liotard subrayó que el hecho constituye “una forma de violencia contra la mujer, que en este caso se ejerció contra una niña”.
“Se probó que la víctima sufrió ataques sexuales durante un año, en una etapa crucial de su crecimiento, y convivió con su agresor durante ese tiempo. Esa situación, sumada a la asimetría de edad y poder, agrava la conducta y exige una pena justa”, sostuvo.
El fiscal remarcó además las secuelas psicológicas que la víctima enfrenta, como estrés postraumático y la necesidad de tratamiento terapéutico prolongado.
Adhesiones y contexto legal
La Defensoría de los Derechos de la Niñez y Adolescencia adhirió al pedido formulado por el Ministerio Público Fiscal. Por su parte, la defensa del imputado solicitó el mínimo legal de 8 años previsto para los delitos por los que fue declarado responsable.
El hecho fue calificado como abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por la convivencia y por tratarse de una víctima menor de 18 años, en carácter de autor y de manera continuada.
Gracias a una clase de ESI, una niña de Cutral Co pudo romper el silencio y encontrar protección. La Justicia, ahora, tiene la oportunidad de reafirmar ese camino con una condena ejemplar.