Facundo Jones Huala volverá a la huelga de hambre. Lo había dejado unos días atrás, cuando la Justicia Federal de Chubut accedió a su pedido de ser trasladado desde la cárcel de Rawson a la de Esquel, más cerca de su madre y su entorno familiar en Bariloche. Pero la medida duró poco: el Ministerio de Seguridad de la Nación se opuso al cambio de establecimiento y el juez, que primero había autorizado la mudanza, dio marcha atrás.
El argumento oficial fue que la unidad de Esquel, de seguridad media, no cuenta con las condiciones necesarias para alojar a un preso calificado como “peligroso”. En la práctica, el rechazo implicó mantener al referente mapuche en Rawson, una cárcel de máxima seguridad ubicada a más de 900 kilómetros de Bariloche.
La decisión fue comunicada por el juez Gustavo Zapata, quien se apoyó en la opinión del Consejo Correccional, el órgano que evalúa la conducta de los internos. El cambio de criterio judicial cayó como un balde de agua fría entre los defensores del líder de la Resistencia Ancestral Mapuche. “Un papelón”, definieron desde la Gremial de Abogados y Abogadas, que ya anticipó nuevas presentaciones.
Jones Huala está detenido desde junio, acusado de integrar una asociación ilícita y de promover acciones violentas en defensa de la causa mapuche. Su situación judicial es compleja: enfrenta una causa federal por “delito complejo”, lo que podría extender su prisión preventiva hasta dos años. Antes, en Chile, ya había sido condenado por el incendio de una propiedad rural y la tenencia de un arma casera.
Desde la celda en Rawson, el referente mapuche anunció que retomará la huelga líquida “por tiempo indeterminado”. Su defensa insiste en que el traslado a Esquel permitiría un trato más humano, además de la contención de su familia. “El juez se desentiende de la Constitución y de los tratados internacionales”, criticaron. En tanto, el Ministerio de Seguridad sostiene que no se trata de política, sino de seguridad penitenciaria.