Ariel Giménez, acusado de cavar los pozos en la vivienda de Florencio Varela vinculada al triple crimen con sello narco, declaró ante el fiscal de La Matanza, Adrián Arribas, y admitió que “no le resultó extraño” haber sido contratado para esa tarea porque estaba “drogado”.
Según el documento al que accedió la agencia Noticias Argentinas, Giménez, imputado por supuesto encubrimiento, también confesó que es adicto a las drogas, al igual que sus hermanos.
La declaración pone en evidencia no solo el contexto en que se realizaron las tareas relacionadas con el crimen, sino también el estado de vulnerabilidad y consumo de sustancias del acusado y su familia, datos que ahora forman parte de la investigación judicial en curso.
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