La investigación por el homicidio de Kevin David Ose, un joven de 28 años que fue ultimado a puntazos en agosto de este año, dio un giro inesperado, porque se sospecha que un pariente suyo que fue el testigo clave para detener al presunto autor habría sido, en realidad, quien terminó asesinándolo.
De hecho, tras ese descubrimiento, liberaron al primer y único imputado (que desde el mes en el que ocurrió el crimen cumplía prisión preventiva) y, en su lugar, apresaron a este familiar de Ose, para impedir que entorpezca la investigación.
Esa decisión no fue casual: muchos vecinos del muchacho asesinado fueron reticentes a prestar testimonio debido a las amenazas y ‘aprietes’ que sobre ellos ejercía el ahora sospechoso.
Atroz engaño
“Fue el mismo imputado, quien es familiar de la víctima, el que como testigo del hecho desvió la información y sindicó la autoría del crimen a terceras personas”, explicó la fiscal del caso, Mayra Febrer, durante la audiencia de formulación de cargos que se realizó.
Sobre la secuencia que derivó en el crimen, la Justicia recordó que el joven “se encontraba en un pasillo del barrio Manuel Belgrano de Cutral Co, mientras que el ahora imputado estaba en el interior de su casa. El acusado le dijo a Ose que dejara de molestar a los vecinos. Fue en ese contexto que comenzó una discusión entre ambos y, Ose le lanzó una botella de cerveza. Luego el ahora detenido se acercó a la víctima, extrajo un cuchillo y con clara intención de darle muerte, le asestó un puntazo”.
Al llegar la policía el presunto homicida culpó a un tercero de lo ocurrido, e hizo que la investigación tomara un camino erróneo, para que no lo vincularan con el delito. Sin embargo el tiempo y la pesquisa revelaron la verdadera trama.
Ahora la jueza de garantías Laura Barbe fijó un plazo de 4 meses para continuar con la investigación , y dictó la prisión preventiva solicitada para el imputado, en un lapso similar.