Una denuncia anónima sirvió para que la Policía de Río Negro se ponga al frente de una investigación sobres los movimientos en una casa en el barrio Anai Mapu, de Cipolletti Con la orden judicial se hizo un allanamiento que terminó con cuatro demorados, uno menor de edad, y una mesa llena de cocaína, marihuana, balanzas, celulares y billetes.
Durante casi 40 días, los sabuesos de la Delegación de Toxicomanía siguieron el rastro de un kiosco narco que funcionaba como si fuera una verdulería: todo fraccionado, todo listo para salir. El dato llegó por el 0800 DROGAS.
La casa era una vivienda común, como tantas otras, donde la rutina del barrio se mezclaba con el olor a porro y el ir y venir de clientela. Cuando los efectivos entraron, encontraron lo que esperaban: droga lista para vender, dinero en efectivo, balanzas de precisión y celulares que no paraban de sonar.
Entre los demorados había un menor..i Porque el narcomenudeo no discrimina: recluta chicos, los pone a repartir y los deja tirados cuando todo explota.
Los celulares secuestrados podrían contar historias que no están en ningún parte oficial. Contactos, chats, transferencias, ubicaciones. Todo eso ahora está en manos de los investigadores, que prometen seguir tirando del hilo.