La localidad de Maco, en Santiago del Estero, quedó conmocionada tras el fallecimiento de Federico, un niño de 6 años que estuvo ocho días internado en estado grave luego de ser atropellado por un conductor que no se detuvo en el lugar del accidente.
Fernanda Funes y Matías Ruiz, padres de Federico, habían ahorrado durante años para construir su casa y ese sábado 6 de septiembre decidieron visitar el terreno que habían comprado recientemente. Tras almorzar, se dirigieron en su moto Zanella ZB 110 hacia el lote, ubicado a solo ocho kilómetros de su hogar, con la intención de regar las plantas y disfrutar del entorno rural que tanto les gustaba a su hijo.
Al llegar a la intersección de la avenida Moreno con la calle Posadas, detuvieron su marcha en un semáforo en rojo. Mientras esperaban, vieron aproximarse una Renault Duster. Cuando su luz cambió a verde, comenzaron a avanzar confiando en que el conductor del vehículo frenaría, pero este los embistió de costado sin disminuir la velocidad.
El impacto fue devastador. Los cascos de los tres ocupantes quedaron destrozados y Federico quedó inconsciente tras ser atropellado. "Nos pasó por encima. Me incorporé rápido, me levanté un poco desorientada, gritando y se me acercó gente a contenerme. Ahí lo vi a mi marido balbuceando y a mi hijo en un charco de sangre", relató Fernanda.
Testigos alertaron a una ambulancia que trasladó a Matías al hospital regional, mientras que Federico fue derivado al hospital de Niños CePSI. A pesar de los esfuerzos médicos, el menor falleció luego de ocho días en terapia intensiva.
El conductor involucrado, identificado como C.J.L., es un mecánico que, según el abogado querellante Luis Tenti, tenía un nivel de alcohol en sangre de 0,57 gramos por litro al momento del accidente. Tras atropellar a la familia, no se detuvo y continuó su recorrido, bajando a una mujer que sería su pareja y que ahora está imputada por encubrimiento.
En su huida, alrededor de las 15:30, chocó contra un camión Mercedes Benz cargado con postes de madera, hecho que finalmente permitió su detención. El hombre sobrevivió, aunque sufrió múltiples fracturas y permanece internado.
A pesar de la gravedad del caso, C.J.L. fue excarcelado pocos días después cuando la causa estaba caratulada como "lesiones graves y abandono de persona". Solo tras la muerte de Federico, la imputación se modificó a homicidio culposo agravado en ocasión de accidente de tránsito, delito que contempla penas menores y posibilita la libertad durante el proceso judicial. La familia y la querella han solicitado que la imputación se cambie a homicidio con dolo eventual.
En medio del dolor, Fernanda expresó: "Me arrepiento de haber dicho que vayamos al terreno. Ahora no tenemos fuerza para volver. No tenemos ni en qué ir". Sobre su hijo, lo recordó como "alegre, lleno de vida, siempre andaba con nosotros".