Un caso que había quedado archivado entre papeles y sospechas en Cipolletti, comenzó a resolverse esta semana gracias a un trabajo minucioso de seguimiento y coordinación entre fuerzas de Río Negro y Neuquén. El golpe final se dio lejos del lugar del robo, en un domicilio de la vecina capital neuquina, donde la Policía dio con las primeras certezas: personas, objetos y un vehículo directamente vinculados con el hecho.
La historia tiene su punto de partida en una denuncia por robo en jurisdicción del Destacamento Especial 128° del barrio Ferri. Lo que parecía un hecho más en la estadística criminal de la ciudad se transformó en una investigación sostenida que, con el correr de las semanas, fue sumando piezas a un rompecabezas que cruzaba el río.
Gracias a la intervención del Cuerpo de Investigaciones y el trabajo articulado con la Comisaría 3ª de Neuquén, se concretó un allanamiento que no solo arrojó resultados positivos, sino que permitió ponerle nombre y dirección a los sospechosos. El vehículo incautado, que había sido identificado en registros de cámaras de seguridad, terminó siendo la pista que llevó al lugar justo.
Hoy, el Ministerio Público Fiscal formuló cargos contra las personas involucradas. El procedimiento fue limpio, preciso y eficaz. Desde la Policía de Río Negro destacaron la importancia de actuar de forma coordinada entre provincias, en un escenario donde los delincuentes ya no conocen de límites jurisdiccionales.
“Este tipo de hechos requieren un trabajo quirúrgico y se logró. No hay impunidad posible si se sostiene el trabajo”, señalaron desde la fuerza. La causa sigue en etapa investigativa, pero la trama ya tiene protagonistas identificados.