Cristian Graf, principal acusado por el asesinato de Diego Fernández Lima, habló públicamente tras la aparición de restos óseos en una casa lindera a la suya en el barrio porteño de Coghlan. “Nos sentimos señalados por los vecinos y por todos en general”, sostuvo.
El hombre negó tener cualquier tipo de vínculo con la víctima. “Nunca tuve contacto con Diego ni con su familia. No sé cómo llegó el cuerpo ahí. Tengo la conciencia limpia y mi familia también”, declaró en una entrevista televisiva.
La defensa de Graf insiste en que no existen pruebas directas que lo vinculen al crimen y que las sospechas se basan en su cercanía con el lugar donde fueron hallados los restos. Sus abogados apuntan a que las acusaciones son infundadas y que el acusado “fue estigmatizado sin pruebas concretas”.
Por el contrario, la fiscalía sostiene que es el principal sospechoso debido a contradicciones en sus declaraciones y a ciertos indicios que lo relacionan con el terreno en cuestión. Entre ellos, la presunta utilización de una moto en la época de la desaparición de Fernández Lima, algo que el acusado niega..
El acusado expresó además su deseo de poder dar respuestas a la familia de la víctima: “Siento impotencia, me gustaría tener una respuesta para la familia Fernández, pero no la tengo”. En tanto, su esposa e hijos ratificaron su inocencia y aseguraron que “no es capaz de matar ni una mosca”.
El trasfondo del caso
Diego Fernández Lima fue reportado como desaparecido hace más de 40 años. Sus restos aparecieron enterrados bajo una ligustrina en una vivienda de Coghlan, lindera a la casa de Cristian Graf, mientras se realizaban trabajos en la medianera.
La teoría de los investigadores apunta a que Fernández Lima fue asesinado y ocultado en ese terreno, lo que derivó en un largo proceso judicial. El hallazgo reavivó las sospechas y abrió un fuerte cruce de versiones entre la fiscalía, que busca probar la responsabilidad de Graf, y la defensa, que insiste en su inocencia.