La causa por el brutal asalto a una pareja de comerciantes jubilados en Cipolletti sumó un giro clave en las últimas horas, con la detención de dos policías implicados en el hecho. El procedimiento fue solicitado por el Jefe de los fiscales, Santiago Márquez Gauna y se concretó tras el análisis de pericias telefónicas que vincularon a los nuevos sospechosos con el robo calificado ocurrido en marzo, cuando dos hombres ingresaron a una casa de la calle Brentana haciéndose pasar por personal de ANSES y uno de ellos vestido con uniforme policial. Por este asalto ya hay un efectivo de la fuerza rionegrina detenido.
La pareja fue golpeada, atada y amenazada con un arma de fuego: el hombre, Juan Carlos "El Cheva" Gorini sufrió un ACV y continúa en tratamiento médico, mientras que la mujer, María Ladavaz, también recibió golpes.
Uno de los detenidos es un efectivo de apellido Espinoza, que prestó servicios en la Brigada de Investigaciones de Allen y luego fue trasladado a la Comisaría 21° de Roca. El otro, de apellido Llamonao, integraba una miniunidad de investigaciones que funcionaba en la Ciudad Judicial, conformada por personal de Cipolletti, Allen y de esa localidad, destinada a la investigación de este tipo de hechos, en los que habría participación de policias.
Ambos fueron capturados en operativos simultáneos, uno de ellos dentro de la propia dependencia policial y el otro en la Ciudad Judicial de Roca. Las detenciones se suman a la del oficial Enzo García, quien ya estaba bajo investigación por su presunta participación en el asalto. Y al que durante el allanamiento desarrollado a principio de abril, se le encontraron diversos elementos relacionados a la causa.
La hipótesis principal apunta a una red delictiva mixta integrada por ladrones con participación de personal policial, que habría utilizado información sensible y recursos institucionales para ejecutar varios hechos en la región. Entre ellos sobresale el de la pareja de adultos mayores de Cipolletti.
Las pericias sobre los teléfonos celulares fueron determinantes para establecer vínculos entre los implicados y reconstruir la planificación del hecho. En el domicilio de las víctimas, los delincuentes se llevaron una suma cercana a los tres millones de pesos, además de dólares, joyas y objetos de valor. El uso de un uniforme policial auténtico o falsificado sigue siendo materia de investigación, ya que podría comprometer aún más la responsabilidad institucional.