La historia estremece por su brutalidad. En una audiencia de cesura realizada este miércoles, la fiscal Lucrecia Sola solicitó 20 años de prisión efectiva para Federico Costich, el hombre que en marzo de 2024 agredió salvajemente a su hija y luego mató a su hijo prendiéndole fuego a la casa con él adentro.
“Debe hacerse cargo, y con la pena que corresponde: 20 años de prisión”, reclamó la fiscal, en un alegato que expuso el nivel de crueldad ejercido por Costich contra sus dos únicos hijos.
La querella, que representa a la joven sobreviviente y a la madre del joven fallecido, adhirió plenamente al pedido del Ministerio Público Fiscal. Ahora, la decisión está en manos del tribunal conformado por la jueza Carina Álvarez y los jueces Gustavo Ravizzoli y Andrés Repetto, que darán a conocer el veredicto este viernes 8 de agosto.
Dos días, dos actos atroces
Los hechos ocurrieron con apenas 48 horas de diferencia y en la misma casa del horror, ubicada en la ciudad de Neuquén.
El 24 de marzo, Costich atacó a su hija en un contexto de violencia de género: la roció con insecticida y la prendió fuego con un encendedor, luego de haberla golpeado y encerrado. La joven logró sobrevivir con quemaduras en el rostro.
El 26 de marzo, Costich protagonizó un segundo episodio aún más trágico. Tras una discusión con su hijo Nazareno Jara, de 20 años, y bajo los efectos del alcohol y las drogas, inició un incendio intencional mientras el joven dormía en la planta alta. Las llamas consumieron la casa. Nazareno murió carbonizado.
La fiscalía calificó estos hechos como lesiones leves doblemente agravadas por el vínculo y por violencia de género, en concurso con privación ilegítima de la libertad agravada, y estrago doloso seguido de muerte.
"Los hacía robar, mentir y les daba drogas"
Durante la audiencia, la fiscal Sola no se guardó nada: “Debe tenerse en cuenta que las víctimas eran sus dos únicos hijos, a quienes debía cuidar, pero en su lugar los maltrataba, los hacía robar, mentir y les facilitaba drogas”, relató con crudeza.
Además, sostuvo que no hay atenuantes relevantes que justifiquen una pena menor, salvo el hecho de que el imputado haya reconocido su responsabilidad en el juicio. Pero para la fiscal y la querella, eso no es suficiente.
¿Una pena menor por "dolor natural"?
La defensa de Costich, en tanto, pidió una pena menor: 3 años de prisión o que se considere la llamada “pena natural” por la supuesta carga emocional que implica haber perdido a su hijo.
El planteo fue rechazado de plano por la fiscalía, que consideró que esa estrategia busca minimizar una conducta aberrante con consecuencias irreparables.
El viernes 8 de agosto, el tribunal dará a conocer la sentencia definitiva. Será entonces cuando se sepa si la Justicia le impone los 20 años de cárcel que pidió la fiscalía, o si acepta el pedido de una pena más leve que ya genera indignación.