Neuquén ha transformado su mapa urbano gracias al trabajo conjunto entre municipio y provincia. Marcos Zapata, presidente del Instituto Municipal de Urbanismo y Hábitat (IMUH) detalló, en el programa Ahora o Nunca que se emite por 24/7 Canal de Noticias, los desafíos técnicos, sociales y legales detrás de la regularización de asentamientos, el rol de los vecinos y la importancia de garantizar infraestructura y servicios esenciales para la comunidad.
La ciudad de Neuquén, como muchas capitales en crecimiento, enfrentó durante décadas la proliferación de asentamientos informales. Según Zapata en la ciudad hay actualmente 48 asentamientos informales, 24 sobre tierras municipales y 24 sobre tierras provinciales.
El trabajo del municipio se concentró inicialmente en los 24 asentamientos sobre tierras de dominio municipal. “Hoy quedan solo cuatro que restan completar con servicios esenciales como agua, luz, cloacas y cordones cuneta”, señaló Zapata.
Regularizar un asentamiento no es simplemente dotarlo de servicios: implica un trabajo urbanístico profundo. “Cada sector tiene su singularidad. Hemos trabajado en lugares llanos y en otros debajo de la barda, donde incluso hubo que reubicar familias y sostener taludes para garantizar seguridad”, explicó Zapata.
La complejidad también se refleja en los costos: “La regularización puede ser hasta siete veces más cara que dotar de infraestructura un lote vacío, porque no se trata solo de llevar servicios, sino de abrir calles, relocalizar familias y adecuar la infraestructura existente”.
Regularizar un asentamiento no es simplemente dotarlo de servicios: implica un trabajo urbanístico profundo. “Cada sector tiene su singularidad. Hemos trabajado en lugares llanos y en otros debajo de la barda, donde incluso hubo que reubicar familias y sostener taludes para garantizar seguridad”, explicó Zapata.
Colaboración con la provincia y financiamiento internacional
El municipio no actúa solo: la coordinación con el Estado provincial es clave. “Estamos trabajando en la Toma La Familia, de dominio provincial, donde firmamos un convenio con la provincia y el Banco Interamericano de Desarrollo para financiar obras de cloacas y gas”, detalló Zapata.
El funcionario destacó la importancia de los convenios previos y la planificación: “La ley de contrataciones públicas nos permite trabajar únicamente sobre terrenos de dominio municipal, por lo que regularizar sectores provinciales requiere acuerdos y coordinación que hemos logrado tras años de gestión”.
El rol de los vecinos y el aspecto social
La participación comunitaria es central. “No hay manera de realizar estas obras sin el apoyo de los vecinos. Estamos trabajando en lugares ocupados, con circulación constante de personas, niños y autos. El compromiso de la comunidad es mantener la ubicación y colaborar con las obras”, afirmó Zapata.
El Instituto Municipal de Urbanismo y Hábitat cuenta con un área social que involucra asistentes sociales y psicólogos, asegurando acompañamiento en el proceso de adjudicación y regularización. “No se trata de regalar nada. Los lotes se adjudican, se pagan impuestos y los vecinos acceden a un derecho con obligaciones, como cualquier otro ciudadano”, aclaró.
“No hay manera de realizar estas obras sin el apoyo de los vecinos. Estamos trabajando en lugares ocupados, con circulación constante de personas, niños y autos. El compromiso de la comunidad es mantener la ubicación y colaborar con las obras”, afirmó Zapata.
Más de 5.000 lotes regularizados y la planificación a futuro
Desde la creación del instituto, Neuquén ha ejecutado más de 5.000 lotes con servicios, logrando un círculo virtuoso donde los fondos recuperados se reinvierten en nuevos sectores urbanizados. “Estamos trabajando en la segunda etapa del Distrito Seis con 400 lotes y otros 1.000 en terrenos provinciales, además de completar los cuatro asentamientos municipales restantes”, señaló Zapata.
El funcionario enfatizó la planificación y coordinación con otros organismos municipales, especialmente en lo referente a espacios verdes, escuelas y reservas: “Garantizamos que nuestros barrios cuenten con espacios públicos, instituciones y bulevares arbolados, como cualquier desarrollador privado”.
Desafíos geográficos y técnicos
Neuquén presenta particularidades geográficas que dificultan la obra pública, como desniveles y taludes que requieren soluciones ingenieriles específicas. “Por ejemplo, en Auca Mahuida la diferencia de nivel entre calles hace que las bocas de registro sean cada 30 metros, mucho más seguido que lo habitual, para garantizar que los sólidos sean arrastrados correctamente”, detalló Zapata.
Zapata concluyó resaltando la importancia de la herramienta creada con la ordenanza que dio origen al instituto: “Nos permite planificar, ejecutar y sostener proyectos de regularización y urbanización, asegurando que la ocupación por vías de hecho no tenga sentido y que todas las familias puedan acceder a un lote con servicios y derechos garantizados”.
Con una inversión sostenida y un trabajo coordinado entre municipio, provincia y vecinos, Neuquén logró transformar asentamientos históricos en barrios con servicios, seguridad y planificación urbana, consolidando un modelo que busca ser replicable y sostenible en el tiempo.