En el Hospital Castro Rendón de la ciudad de Neuquén, profesionales de distintas especialidades llevaron adelante una cirugía torácica de última generación en un paciente de 22 años. El procedimiento, denominado toracoplastia mínimamente invasiva por toracoscopia, permitió descomprimir el corazón y el pulmón de un joven con Pectus Excavatum, una malformación de la pared torácica. La operación fue exitosa y el paciente evoluciona favorablemente.
El equipo médico, encabezado por el cirujano Mariano Ojeda, desarrolló una intervención de una hora y media que incluyó la colocación de barras de acero moldeadas con software 3D, guiadas por videotoracoscopia. Todo el seguimiento intraoperatorio se realizó mediante ecocardiografía transesofágica, lo que permitió controlar en tiempo real el proceso y garantizar la efectividad de la descompresión cardíaca.
El Pectus Excavatum es una deformidad que provoca una depresión del esternón por el crecimiento anormal de los cartílagos costales durante la infancia. Según Ojeda, “la cirugía consiste en una remodelación completa del tórax, pasando las barras entre el esternón y el corazón”, lo que permite mejorar la función respiratoria y cardiovascular. Además, destacó que el seguimiento por cardiología pediátrica durante la intervención fue clave para evaluar la correcta descompresión.
El paciente recibió un tratamiento previo al dolor una semana antes de la cirugía, lo que permitió reducir la inflamación y facilitar la recuperación. Actualmente se encuentra en su domicilio con reposo deportivo y sin complicaciones. Estas operaciones se realizan principalmente en adolescentes y jóvenes entre los 14 y 20 años, cuando la pared torácica ya está desarrollada.
Ojeda remarcó que el “pecho hundido no es solo un problema estético”, sino una patología que puede afectar gravemente al corazón, los pulmones y la postura. En este contexto, la especialización pediátrica resulta esencial para garantizar resultados funcionales y no meramente visuales.
Durante el simposio internacional de Cardio Pectus realizado en Buenos Aires, Ojeda incorporó las últimas innovaciones que aplicó en esta intervención. Las barras personalizadas con impresora 3D, grabadas con el nombre del paciente, serán retiradas dentro de tres años. Neuquén, con esta cirugía, se posiciona junto a Buenos Aires entre los centros médicos más avanzados del país en este tipo de procedimientos.