Viajar por la Ruta 7, entre el puesto de la Caminera y San Patricio del Chañar, se ha convertido en una experiencia que exige más reflejos que tranquilidad. Un profundo pozo en la calzada preocupa a los conductores que circulan a diario por este tramo clave para la actividad petrolera y el tránsito regional.
“Es un peligro, porque quienes van en dirección a Chañar deben pegar un volantazo para esquivarlo. Si justo viene alguien de frente, las consecuencias pueden ser graves”, comentó una automovilista que recorre la zona con frecuencia.
No se trata de un hecho aislado. Si bien en los últimos meses los controles y operativos viales lograron reducir la siniestralidad, el mal estado de algunos sectores de la ruta sigue siendo una amenaza silenciosa. Este lugar, en particular, ya generó varios sustos y maniobras al límite.
Otro conductor lo describió con preocupación: “Por esquivarlo te vas a la banquina, pero también es peligroso porque está deformada. Necesitamos urgente que lo reparen, ya hubo situaciones muy complicadas”.
Los especialistas en seguridad vial recuerdan que ante baches de gran tamaño lo recomendable es reducir la velocidad de manera progresiva y evitar movimientos bruscos del volante, ya que un cambio repentino de dirección puede causar pérdida de control o invasión del carril contrario.
Mientras tanto, quienes transitan por este corredor estratégico siguen esperando una respuesta que no llega.