La vieja planta de tratamiento de líquidos cloacales de Viedma, que durante años fue sinónimo de olores nauseabundos y pasividad estatal, finalmente empieza a desaparecer. El Departamento Provincial de Aguas (DPA) puso en marcha un plan de remediación integral para recuperar el predio, luego de que quedara fuera de servicio tras la inauguración de la nueva planta en octubre de 2022.
El terreno, que había sido devuelto al organismo, será intervenido en etapas para garantizar un cierre seguro y ambientalmente responsable. En la primera fase, se dejará que las aguas residuales se evaporen de forma natural y que los barros cloacales se descompongan por deshidratación, reduciendo patógenos y olores.
Mientras tanto, se monitoreará la calidad del suelo y del acuífero freático para evitar filtraciones contaminantes. Además, se retirarán residuos acumulados y elementos en desuso que quedaron como vestigios de una operación que funcionó durante años sin control.
Más adelante, el DPA avanzará con la demolición progresiva de estructuras, el desmontaje de equipamiento obsoleto y la aplicación de tecnologías de remediación para restablecer las propiedades del suelo. Una vez garantizadas las condiciones de seguridad ambiental y sanitaria, el predio quedará disponible para nuevos usos, en línea con los principios de gestión sustentable del agua y del territorio.